EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Mientras que muchos de los estereotipos y mitos sobre la tercera edad se han ido superando en las últimas décadas, la idea de que los adultos mayores no experimentan deseos de intimidad y romance, aún permanece en el imaginario colectivo.
Sin embargo, para los adultos mayores, el romance, tiene la misma importancia que tenía en otras etapas de la vida. Es por esto, que las parejas mayores no deben privarse, o ser privados de la oportunidad de expresar abiertamente su afecto y vivir su sexualidad de una forma plena y satisfactoria.
Evidentemente, los cambios fisiológicos, de personalidad y también en el entorno, producen que el romance se viva de una forma diferente a la experimentada en la juventud y adultez media. Sin las presiones del trabajo y el esfuerzo y dedicación que requería la crianza de los hijos, en la mayoría de los casos, la pareja adulta mayor cuenta con la ventaja de tener el tiempo necesario para volcarse hacia sí mismos, redescubrirse y disfrutarse más el uno al otro.
Por lo tanto, La llamada edad de oro es una etapa propicia para el reencuentro y renovación de las relaciones románticas con el cónyuge. Es posible que se deseen retomar actividades que se compartían a los inicios del matrimonio, o construir nuevas formas y espacios de interactuar a partir de realidades y circunstancias presentes.
Es posible, que al pasar los años, y debido, como se dijo anteriormente, a las diversas situaciones y presiones vividas, se hayan dejado de percibir esos cambio sutiles propios de la evolución de la personalidad del otro. Por lo tanto, esta es una excelente época de reencuentro con la pareja, y porque no, volver a conquistarla, dándose uno al otro la oportunidad de compartir nuevos sueños y formas de vivir el romance.
Pero justamente ¿como vivir ese romance? Existen dos elementos fundamentales para el desarrollo de las relaciones románticas: -La expresión sana de la afectividad y -El ejercicio de una sexualidad plena.
Es frecuente que las parejas adultas experimenten una gran cercanía con su conyugue, sin embargo, es posible que la rutina de los años haya mermado las expresiones significativas de afecto entre ellos. Es por eso que es importante preocuparse por volver a descubrir la forma en que el otro desea ser amado y avocarse a llenar sus expectativas y necesidades. Inclusive, los retos propios de la edad en la que se encuentra la pareja pueden crear situaciones oportunas para expresar amor: las visitas al médico, el control en la dieta, la práctica de ejercicios. Estar pendiente del otro, acompañarle en su tratamiento médico, cocinar juntos una comida especial, practicar algún deporte, o salir a caminar juntos, son oportunidades que tiene la pareja para compartir su romance.
De igual forma, es vital que la pareja se libere de los estereotipos que la sociedad tiende a imponerles, y se preocupe por ejercer su sexualidad de una forma plena y satisfactoria. El deseo sexual no se pierde con la edad, el hombre y la mujer mayor de sesenta años, puede tener una sexualidad satisfactoria, que dependerá más de su estado general que de su edad y especialmente de mantener el interés y la unidad con la pareja. Es importante reconocer que es usual que se presenten problemas físicos o psicológicos asociados con la edad, tales como la impotencia o la falta de deseo sexual. Por lo tanto, es importante informarse sobre los cambios sexuales asociados al proceso de envejecimiento así como las diferentes opciones de tratamiento. De presentarse alguna de estas situaciones, es importante acudir al especialista para tratar el problema.
Dicho lo anterior, también es primordial comprender, que al igual que en otras épocas de la vida, el disfrute de una relación plena con el conyugue depende en gran medida que ambos miembros cultiven sus espacios personales, y procuren su desarrollo integral, es decir, el bienestar físico, psicológico, emocional, intelectual y espiritual. Este bienestar integral definitivamente se verá reflejado en la sana dinámica de la pareja y el desarrollo una relación romántica plena.
En resumen, para lograr tener una relación satisfactoria y llena de romanticismo con su pareja en los años dorados, tome en cuanta lo siguiente:
-El envejecimiento es inevitable. Debemos aprender a valorar y disfrutar esta etapa de la vida con sus ventajas y retos. -La calidad del envejecimiento dependerá, en gran medida, de cómo hayamos vivido. Sin embargo nunca es tarde y si existen áreas que se han descuidado, debemos retomarlas y procurar el mayor bienestar posible.-Las necesidades de interacción, intimidad y afecto de una persona no terminan a ninguna edad. La idea de que en la adultez se pierde el deseo de ejercer la sexualidad es un mito. -Una sana alimentación y el ejercicio diario son elementos indispensables para el disfrute de una sexualidad plena.-El coito no es la única manifestación de la sexualidad.-La impotencia en el hombre o la mujer puede ser tratada. Si este es su caso no acepte la situación como definitiva.
Asegúrese de consultar con un especialista.-El cariño de la pareja es el principal factor de una sexualidad satisfactoria.-La rutina de los años impiden apreciar la evolución y cambios en la personalidad de la pareja. Se deben crear espacios para redescubrirse el uno al otro.-Se debe aprovechar toda oportunidad para llenar las necesidades románticas de la pareja. Las flores, la serenata, los obsequios y otros detalles son de gran valor romántico en esta edad. -Es de vital importancia el desarrollo integral de cada uno de los miembros de la pareja. El bienestar individual de ambos se verá reflejado en una relación afectiva sana y llena de romance.