EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Un viernes que caiga en el día 13 de cualquier mes se considera un día de mala suerte en las culturas anglosajonas. Existen supersticiones similares en otras tradiciones; particularmente en Grecia, España y Latinoamérica, el martes 13 tiene el mismo papel, al igual que el viernes 17 en Italia. El miedo a los viernes 13 se llama collafobia o friggaatriscaidecafobia, siendo una forma espeluznante de triscaidecafobia, o Trezidavomartiofobia, que es la fobia al número 13.
Remontándonos a datos históricos que puedan dar explicación a esta superstición, podemos remontarnos a un Viernes 13 de octubre de 1307: en este día la orden de los Caballeros Templarios fue perseguida por la Santa Inquisición, arrestándoles simultáneamente esa misma noche en toda Europa. La causa de esto fue la suposición de que los caballeros se reunían a hacer celebraciones paganas y practicar la herejía. Por ello fueron asesinados o condenados a la hoguera, en una matanza colectiva. Muchos de los caballeros huyeron y pudieron salvarse, llevando consigo secretos que ha dado margen para muchísimas especulaciones. Creaciones de sociedades secretas como los Masones, Rosacruces, etc. Desde entonces el viernes 13 se considera fecha de mala suerte.
Según los registros, un viernes 13 de octubre de 1307, bajo las órdenes del Rey Felipe IV de Francia, un grupo de los llamados Caballeros Templarios, fue capturado y llevado a la Santa Inquisición para ser juzgado y condenado por diversos crímenes en contra de la cristiandad.
No se sabe bien si la decisión del rey francés, se debió a una decisión meramente religiosa debido a los rumores que se tejían en torno a esta orden religiosa (de quienes se decía protegían o custodiaban secretos íntimos de la Iglesia como el Santo Grial), o por meras cuestiones económicas.
En ese tiempo, los caballeros Templarios poseían una gran fortuna, eran los principales prestamistas y acreedores en muchas regiones de Europa, en especial de Francia. Es más, se dice que el propio Felipe IV, tenía una gran deuda con esta orden y que por ello decidió capturarlos y acusarlos ante el Vaticano por diversos cargos, entre ellos el de herejía, sodomía y de orinar y escupir en la cruz.
Los templarios al ser capturados fueron condenados a la hoguera, ante la anuencia del Papa Clemente V, de quienes muchos culpan de no haber llevado un proceso justo.
Al parecer, una muestra clara de la trascendencia de este grupo religioso es sin lugar a dudas, la sensación que dejó en gran parte de Europa la fecha de su captura que propició luego su sentencia y eliminación. Haciendo así que el día viernes 13, fuera más que la fecha de un evento histórico específico, para ser un símbolo del terror y la mala fortuna.