Por Dr.Juan Barek
EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) 2da a los Corintios 1:1-11 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo: A la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia, así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo. Pero si somos atribulados, es para vuestro consuelo y salvación; o si somos consolados, es para vuestro consuelo, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros está firmemente establecida, sabiendo que como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación. Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia, porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, el cual nos libró de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar, cooperando también vosotros con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos. Este es un mensaje sobre los propósitos de Dios en la recesión. No tengo una definición sofisticada para recesión en mente. Solo me refiero a varios contratiempos financieros como las reducciones en los negocios, el decrecimiento en las ganancias, los despidos masivos y desempleos, el estallido de la burbuja de viviendas, las miles de exclusiones, bancarrotas personales y de negocios, los fallos bancarios, los colapsos de inversiones en compañías, la pérdida de fondos de retiro, y las dolencias sociales y desasosiego que vienen con la depresión.
Dios es soberano sobre estas cosas, él las ve todas de antemano, las origina o permite, y cuando origina o permite algo, lo hace según un propósito o designio. “La suerte se echa en el regazo, mas del Señor viene toda decisión”. (Proverbios 16:33) “Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá”. (Proverbios 19:21). “El Señor hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos” (Salmos 33:10). “[El Señor] que declaro el fin desde el principio [...] Yo digo: “Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré” (Isaias 46:10). Así que ninguno de los eventos recesivos ha sorprendido al Señor. Sus propósitos y designios están siendo alcanzados según un plan. Y hoy quiero dirigir nuestra atención hacia algunos de esos propósitos. ¿Por qué Exponer este Mensaje?Hay tres razones que me han inclinado a predicar este mensaje sobre los propósitos de Dios en la recesión en este fin de semana particular. 1. Comienza Mi Retiro para Escribir Una razón es que estaré lejos durante los siguientes 8 domingos en un retiro para escribir. Este hecho me inclinó a no comenzar el tercer capítulo del Evangelio de Juan (donde estamos en nuestra serie), para retomarlo dentro de ocho semanas, sino comenzar el capítulo tres cuando regrese. También me inclinó a querer decir algo acerca de ser fieles a la iglesia en mi ausencia. La recesión tiene mucho que ver con lo que significa estar en la iglesia, y con ser fieles unos a otros en la iglesia. En un momento hablaremos más de este asunto. 2. Conmoción Económica La segunda razón que me inclina a predicar justamente ahora sobre este tema es que, en los años recientes, casi nada ha tenido un efecto tan corrosivo en nuestras vidas nacional y globalmente como esta conmoción económica alrededor del mundo. Necesitamos escuchar, al menos un poco, la perspectiva de Dios sobre este asunto. Y esto es todo lo que hemos tenido alguna vez, un poco de su perspectiva. Él es Dios y nosotros no. Él ha dicho algo de lo que está haciendo en esta recesión. Pero la mayor parte de lo que hace, los billones y billones de efectos secundarios designados por Dios, no nos lo dice. Pero lo que sí nos dice es crucial para vivir en medio de la providencia de lo que no nos dice. 3. “Completando el Millón” Tercero, quiero poner la carrera financiera actual para finalizar el Templo a Distancia del Norte (la carrera que llamamos Completando el Millón para Marzo), en un contexto bíblico y contemporáneo más amplio, para guardarnos de un tipo de miopía eclesiástica. Así que estas son las razones por las que expongo este mensaje