HONG KONG-.( AGENCIALAVOZ.COM ) Fue un llamado a todos, más de cuatro mil delegados cristianos de 100 países se reunieron en Hong Kong para crear estrategias y alianzas para completar la gran comisión.
“Llamado a todos” no es para reemplazar ninguna red existente, en cambio es una plataforma de conexión donde varias iniciativas, movimientos y expresiones del cuerpo de Cristo se juntan”, dice una organizadora.
Hubo mucha anticipación sobre este congreso donde los congresistas pudieron recibir aportes espirituales y tener oportunidades para conectarse con otros.
“Esta ha sido una experiencia increíble, reunirme con tanta gente nueva de áreas tan diferentes”, comenta un participante.
Hubo danzas y jubilo mientras los delegados se unieron en fe, en propósito y en alabanza, cada uno expresándose a su manera, algunos de rodillas, otros llorando y muchos regocijando ante el señor.
Estratégicamente ubicado en Hong Kong, el congreso reconoció el sentir que Dios está colocando en la iglesia china para jugar un nuevo rol en su llamado a las misiones mundiales.
“Creemos que la iglesia en Asia tiene un gran rol que jugar en las actividades globales de la Iglesia de Cristo”, agrega la organizadora.
Un negociante británico pidió perdón por las atrocidades cometidas durante las guerras del opio entre China e Inglaterra en los años mil ochocientos, eso impulsó un mover de Dios al sanarse heridas históricas.
Cristianos de Hong Kong y China se unieron en una conmovedora sesión pública de confesión y perdón.
“Creo que es el comienzo de algo más grande de lo que jamás experimentamos”, añade el participante.
Durante el congreso se invitó a los delegados a caminar sobre un enorme mapa y orar por el mover de Dios en más de cuatro mil localidades y pedir que Dios levante misioneros dispuestos a ir.
Cuatro mil cristianos de más de cien países se reunieron en Hong Kong en respuesta al llamado de organizaciones cristianas del mundo para ver cómo juntar sus dones y cumplir la gran comisión en esta época.
“Llamado a todos” no es para reemplazar ninguna red existente, en cambio es una plataforma de conexión donde varias iniciativas, movimientos y expresiones del cuerpo de Cristo se juntan”, dice una organizadora.
Hubo mucha anticipación sobre este congreso donde los congresistas pudieron recibir aportes espirituales y tener oportunidades para conectarse con otros.
“Esta ha sido una experiencia increíble, reunirme con tanta gente nueva de áreas tan diferentes”, comenta un participante.
Hubo danzas y jubilo mientras los delegados se unieron en fe, en propósito y en alabanza, cada uno expresándose a su manera, algunos de rodillas, otros llorando y muchos regocijando ante el señor.
Estratégicamente ubicado en Hong Kong, el congreso reconoció el sentir que Dios está colocando en la iglesia china para jugar un nuevo rol en su llamado a las misiones mundiales.
“Creemos que la iglesia en Asia tiene un gran rol que jugar en las actividades globales de la Iglesia de Cristo”, agrega la organizadora.
Un negociante británico pidió perdón por las atrocidades cometidas durante las guerras del opio entre China e Inglaterra en los años mil ochocientos, eso impulsó un mover de Dios al sanarse heridas históricas.
Cristianos de Hong Kong y China se unieron en una conmovedora sesión pública de confesión y perdón.
“Creo que es el comienzo de algo más grande de lo que jamás experimentamos”, añade el participante.
Durante el congreso se invitó a los delegados a caminar sobre un enorme mapa y orar por el mover de Dios en más de cuatro mil localidades y pedir que Dios levante misioneros dispuestos a ir.
Cuatro mil cristianos de más de cien países se reunieron en Hong Kong en respuesta al llamado de organizaciones cristianas del mundo para ver cómo juntar sus dones y cumplir la gran comisión en esta época.