MEXICO-. ( AGENCIALVOZ.COM ) La Suprema Corte de Justica de la Nación dictaminó la libertad de 9 indígenas evangélicos que están presos desde hace casi 12 años, acusados de participar en el asesinato de 45 personas en el municipio de Chenalhó, Chiapas, toda vez que se evidenció la fabricación de pruebas por parte de autoridades federales.
Un total de 16 implicados más obtendrán un amparo y sería probable su libertad, ya que afrontarían sólo cargos de homicidio calificado y lesiones, delitos que presuntamente llevaron a cabo en aquella ocasión, donde murieron principalmente mujeres y niños en diciembre de 1997. En demanda de justiciaEl fallo de la Corte no indica que los 20 liberados en agosto pasado y los 9 que en unas horas más podrían recobrar su libertad, sean inocentes, sino que sólo reconoce que las pruebas y los testigos que en su momento los llevaron a cumplir 12 años de prisión fueron “fabricados”. A otros 6 acusados que interpusieron un amparo contra los delitos de homicidio, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y disparo de arma de fuego, les fue negado, por lo que no podrán recobrar su libertad en este momento. Opinan los familiaresEstela Pérez, quien encabeza el grupo de Familiares y Amigos de los Presos Inocentes del Caso Acteal, explicó que el fallo de la Corte llega tarde, y que no es del todo legal, sino una “decisión política” que además debe contemplar un llamado al ex Presidente Ernesto Zedillo, a Jorge Madrazo Cuéllar (Ex Procurador de la República) y a quien fuera gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, para que den su testimonio al respecto ante las instancias legales. Orando por familiaresLa indígena tzotzil, que se encuentra en plantón desde hace 20 días, en el Zócalo de la Ciudad de México en compañía de 60 personas más, entre ellos 5 de los que fueron liberados en agosto, afirmó que se han entrevistado con políticos de los principales partidos con el fin de conformar una “Mesa de Diálogo” para que los cristianos evangélicos puedan retornar a sus lugares de origen en Chenalhó, sin el temor a ser agredidos, pues son acusados “sin motivo” de ser paramilitares. “Unos grupos acusan a nuestros familiares de que somos gente armada, y eso genera agresiones… ya me han amenazado. Nuestros hermanos son gente pacífica que sólo desean regresar a sembrar sus tierras y trabajar para poder vivir”, dijo Estela. Acusó a esas instancias de “carecer de autoridad moral” y de querer llevar a cabo su propia justicia, lo que implicaría una venganza, por lo que se dijo dispuesta a sentarse para dialogar con todas las partes y dejar en claro que siempre han luchado por la paz en la zona. “Como indígenas, está demostrado que somos ciudadanos de quinta porque mi papá es una persona de la tercera edad que está pagando un delito que no cometió, y a pesar de que la ley dice que puede salir, creo que seguirá allá adentro (en el centro penitenciario El Amate)”, sentenció. Finalmente, informó a Voz de los Mártires que invitarán a los 9 indígenas, cuando recobren su libertad, para que asistan a una conferencia de prensa en la Ciudad de México, tan pronto como dejen la cárcel en Chiapas, con el fin de que la opinión pública conozca de primera fuente los pormenores de su vida dentro del penal, y las actividades que seguirán llevando a cabo en coordinación con las Iglesias Cristianas Evangélicas.