SAO PAULO.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Más de 1,5 millones de evangélicos se congregaron para participar el lunes en una "marcha por Jesús", un evento anual auspiciado por una iglesia cuyos líderes regresaron a Brasil tras haber estado en una prisión estadounidense por contrabando de dinero.
La marcha, que se lleva a cabo desde hace 17 años, congrega a los seguidores de cientos de iglesias evangélicas de todo Brasil y decenas de grupos musicales, predicadores y celebridades.
Es organizada por la poderosa Iglesia Renacer en Cristo, cuyos líderes dijeron que esperaban congregar unos cinco millones de personas en una plaza central de Sao Paulo, donde se ha levantado un gran estrado.
Cientos de miles siguieron a los esposos Sonia Haddad Moraes Hernandes y Estevam Hernandes Filho a lo largo de cuatro kilómetros (2,5 millas) por las calles de la ciudad hasta la plaza, donde les esperaba una gran multitud.
La policía dijo que a media tarde había más 1,5 millones de personas.
La pareja regresó a Brasil en agosto después de cumplir cinco meses de cárcel, cinco meses de arresto domiciliario en la Florida, y dos meses de libertad condicional por haber omitido declarar que portaban 56.000 dólares en efectivo en un vuelo de Sao Paulo a Miami. El dinero estaba oculto en una mochila infantil y en el estuche de una biblia, entre otras bolsas.
Hernandes Filho dijo que el tema de la reunión de este año era la "marcha para derrocar gigantes", en referencia de la lucha de los evangélicos contra "la discriminación, los malentendidos y principalmente contra los estereotipos en Brasil".
Brasil es el país de mayor población católica en todo el mundo, pero en las últimas décadas ha registrado una gran aumento de evangélicos.
En el censo brasileño del 2000, un 74% de los habitantes se identificó como católico, un descenso con respecto al 84% de 1990. Entretanto, un 15% dijo ser evangélico, un aumento en comparación del 9% del censo previo.
Andrea Pazin, una gerente de personal de 33 años, recorrió en automóvil 240 kilómetros desde el interior del estado de Sao Paulo para participar en la marcha, acompañada por sus dos hijos y su esposo.
Aunque la marcha de este año es una especie de bienvenida para los líderes de la iglesia después de su paso por la cárcel, para Pazin significa una demostración de fuerza de un poder superior.
"Marchamos todos los años, con o sin ellos. Son importantes para nosotros; ellos fundaron la iglesia", comentó Pazin. "Pero lo que sucede aquí es más grande que ellos. Es una celebración para Jesús".