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Carolina del Norte, EE.UU. -( AGENCIALAVOZ.ORG ) El presidente Barack Obama visitó el domingo la casa del evangelista Billy Graham, concluyendo así sus vacaciones en Carolina del Norte con un encuentro con el predicador que ha aconsejado a mandatarios estadounidenses desde Dwight Eisenhower.
El presidente hizo el corto viaje por carretera hasta Montreat desde Asheville, donde pasó el fin de semana, para ver al evangelista de 91 años y a su hijo Franklin, también pastor.
Durante la visita, que duró unos 30 minutos e incluyó a asesores y asistentes de ambos hombres, Obama tuvo una oración y conversación privada con Billy Graham. El evangelista le dio al presidente dos Biblias, una para él y otra para la primera dama, dijo Larry Ross, portavoz de Graham.
Obama se sintió "extraordinariamente complacido de que él (Graham) se tomase el tiempo para recibirle", dijo Bill Burton, vocero de la Casa Blanca.
Franklin Graham dijo que su padre y el presidente fueron los que más hablaron. Recordaron sus raíces mutuas en Chicago: Graham estudio en el Wheaton College y comenzó parte de su ministerio en la región; Obama se mudó a Chicago tras la universidad e inició su carrera política allí. Además, hablaron de golf.
"La conversación fue muy cordial, muy agradable", dijo el hijo de Graham. "Cuando el presidente se aprestaba a irse, rezó por mi padre y mi padre oró por él".
Graham dijo que su padre oró por la nación y para que Dios dé a Obama sabiduría en sus decisiones. El presidente le agradeció a Dios por la vida de Billy Graham, dijo Franklin Graham.
Obama le confió al evangelista lo solitaria y exigente que puede ser la presidencia, y la lección de humildad que da, dijo Ross.
"Esa es una conversación que el señor Graham ha tenido con presidentes previos, que se dan cuenta no sólo de las exigencias, sino de la soledad del puesto. Y eso les enseña humildad", dijo Ross. "La única forma en que uno puede realizar (el trabajo) apropiadamente es recurriendo a recursos espirituales".
Billy Graham ha estado muy enfermo en los últimos años, pero su hijo dice que se le vio tan fuerte como siempre durante la conversación con Obama. "Es como si mi padre se elevara a la altura de la ocasión", dijo.
