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MEXICO.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )En horas recientes el pastor Arturo Farela, una de las figuras más representativas de la comunidad evangélica de México, externó su preocupación de un ataque en su contra. “Los secuestradores pueden venir por mí hasta acá. Mi vida corre peligro... me pueden matar en cualquier momento”,dijo.
Dirigente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), el entrevistado explicó las razones de su temor y señaló que el grupo que secuestró al pastor Josué Ramírez Santiago el domingo 10 en Lázaro Cárdenas, Michoacán, está molesto porque Farela gestiona el rescate.
Expuso que la suerte del Pastor Josue es sólo un caso más, pues el crimen organizado les está pegando muy fuerte a los pastores del país, tanto de la Confraternice como de otras organizaciones evangélicas”.
Y reveló que en lo que va del sexenio ya van más de 100 pastores secuestrados y extorsionados.
Farela cita el caso de Eduardo García, de Ciudad Juárez: mataron a su hijo Abraham y apenas el mes pasado secuestraron a su hija Griselda, por la que se tuvo que pagar rescate.
ORAN EVANGÉLICOS POR LA PAZ
Bajo la premisa de que la violencia genera más violencia, miles de fieles de diversas iglesias evangélicas tomaron el Paseo de la Reforma y el Zócalo capitalino este Sábado Santo para llamar a los ciudadanos a perdonar a los criminales que atentan contra el país.
En la llamada “Marcha de Gloria” que tuvo como fin demandar un alto a la violencia que padece México, los feligreses liderados por el pastor Carlos Quiroa resaltaron que a lo largo del territorio nacional se respira el dolor y la única forma de contrarrestarlo es a través del perdón.
Tras una nutrida marcha, el pastor realizó un pronunciamiento en la Plaza de la Constitución donde destacó el llamado a los delincuentes de convertirse.
“Muchos hemos sufrido el mal, actos de secuestros, de injusticia de intolerancia religiosa. Pero como Jesús, perdonamos a aquellos que nos han hecho daño. Queremos expresar perdón a aquellos que han hecho el mal”, dijo.
Y es que, dijo, se debe recordar la enseñanza de Jesucristo que antes de morir en la cruz exclamó: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Los evangélicos pidieron a los integrantes del crimen organizado que regresen al camino del bien por medio del arrepentimiento, como ya lo han hecho 151 ex sicarios y ex secuestradores que se han convertido y ahora llevan la palabra de Dios a cárceles de Ciudad Juárez.
Mientras que a las autoridades pidieron encontrar la vía efectiva para contener la ola de violencia, los homicidios y secuestros.
VIOLENCIA CONTRA PASTORES
La violencia que priva ya alcanzó a los líderes de iglesias evangélicas, como aconteció con el pastor Josué Ramírez Santiago quien fue secuestrado el pasado 10 de abril en Lázaro Cárdenas, Michoacán; cuyo grupo captor también amenaza a Arturo Farela, dirigente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas , quien gestiona su rescate.
El pastor asegura estar siendo amenazado por el grupo criminal porque está molesto de que intervenga en las negociaciones con la familia del líder raptado.
A estas intimidaciones se suman los asesinatos masivos contra jóvenes que son albergados para rehabilitarse en iglesias evangélicas; ejemplo de ello es el ataque que en septiembre de 2009 se realizó en un centro en Ciudad Juárez.
POR UNIDAD NACIONAL
Las iglesias evangélicas que participaron en el evento aportarán además una agenda de unidad nacional contra flagelo que azota al país y un análisis para crear conciencia de cómo debe superarse.
La jornada tuvo una duración de 12 horas de oración en diversas carpas donde además se realizaron reflexiones bíblicas.
A su paso por Reforma, los evangélicos llamaron la atención de los automovilistas y peatones ya que a diferencia de otras manifestaciones por este fin, donde prevalece el silencio y la vestimenta en blanco; los feligreses avanzaron cantando alabanzas a Jesucristo y realizando bailes.
Al iniciar la caminata en diversos contingentes, unas tres mil personas realizaron oraciones con los ojos cerrados y las manos elevadas al cielo para solicitar la mediación en contra de la violencia que perturba al país a causa del crimen organizado
