MADRID-. ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Aunque pueda resultar paradójico, uno de los objetivos que el Gobierno pereseguía con la nueva ley del aborto era reducir el número de intervenciones. Con la cifra de interrupciones del embarazo por encima de las 110.000 desde hace un lustro, el Ejecutivo señaló que cualquier modificación legal para acotar los abortos legales sería positiva, aunque se tratara de una ley de plazos que liberaliza el aborto en las primeras 14 semanas. Además, el título de la norma, «de Salud Sexual y Reproductiva», aludía a la intención de rebajar el número de embarazos interrumpidos con una mayor formación sexual. De hecho, la ex ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, tardó menos de dos meses desde la entrada en vigor de la norma, en julio del año pasado, en asegurar que la cifra de abortos había caído «un 10 por ciento».
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Jiménez nunca mostró la estadística de donde había sacado esta estimación. Es ahora, un año después, cuando las comunidades autónomas recopilan los datos de abortos que enviarán al Ministerio para hacer la estadística que suele publicar en noviembre o diciembre. Tres de ellas ya tienen listos los datos, y las cuentas no salen para el Gobierno: los abortos se mantienen o han subido ligeramente en Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, tres de las comunidades más pobladas que, juntas, suponen más del 50 por ciento de los abortos que se practican en nuestro país.
En concreto, y de acuerdo con los datos oficiales de estas tres autonomías, en Madrid se registraron en 2010 un total de 20.091 abortos, sólo un centenar menos que el año anterior. En la Comunidad Valenciana fueron 10.626 intervenciones, frente a las 10.783 del año anterior. Y en Andalucía fueron 20.939, casi 400 interrupciones más que el año anterior.
El Instituto de Política Familiar (IPF) ha extrapolado estos datos y estima que, si la tendencia es la misma en el resto de comunidades autónomas, la cifra total de abortos en 2010 habrá superado los 112.200. Si se tiene en cuenta que el año pasado se produjeron algo menos de 600.000 embarazos, esto supone que uno de cada cinco terminó en aborto. En algunas comunidades, como Madrid, la proporción de interrupciones sobre los embarazos supera, incluso, el 20 por ciento.
Menores y jóvenes
A parte de las cifras totales, la estadística que Sanidad debería hacer pública en las próximas semanas, deparará más sorpresas. Una de ellas puede ser la alta tasa de abortos entre las más jóvenes. De hecho, ésta es la tendencia que los expertos llevan tiempo observando.
Así lo explica Margarita Delgado, especialista en Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «Con los datos de 2008 y 2009 hemos observado un aumento de los embarazos que terminan en aborto entre las menores de 25 años», explica. Esta demógrafa se encarga desde hace años de elaborar estudios sobre tendencias en la interrupción del embarazo en base a las estadísticas que cada año publica Sanidad, y asegura que, aunque «la proporción de embarazos que se interrumpen se ha estabilizado en torno al 18,33 por ciento, la cifra aumenta en los grupos de edad más jóvenes». Cuanto menor es su edad, más toman la decisión las mujeres de poner fin a su embarazo. Ya en 2009, la proporción de abortos en el grupo de edad de 15 a 19 años aumentó en dos puntos. En el de mujeres de 20 a 24 años, subió un punto. Por encima de los 35 años, en cambio, hubo una «ligerísima» reducción.
Esta tendencia, a juicio de Delgado, resulta significativa para sus investigaciones «porque ya en 2009 cambiaron algunas cosas», en alusión a los primeros cambios legislativos: fue en septiembre de ese año cuando se empezó a dispensar sin receta médica la llamada píldora del día después. Ésta fue otra de las medidas que el Gobierno anunció como un intento de reducir los embarazos no deseados y, de paso, los abortos.
Los primeros datos de las comunidades autónomas de 2010 ya apuntan una importante cifra de menores que decidieron interrumpir su embarazo. Llama la atención que en Andalucía se registraran 78 abortos en niñas de 10 a 14 años. En la Comunidad Valenciana fueron 65. Estas adolescentes aún necesitan contar con el permiso de sus padres para acudir a una clínica de abortos. A partir de los 16 años, esta obligación desaparece, y también se nota en las cifras: en Andalucía, 3.051 adolescentes de entre 15 y 19 años abortaron el año pasado; en la Comunidad Valenciana fueron 1.427.