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NICARAGUA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Hay cosas que la izquierda radical no perdona en cualquiera que sea el país del que se hable. Una de ellas es que sus dirigentes sean convencidos defensores de la vida humana en cualquiera de sus etapas, y por tanto contrarios al aborto, o que estén cercanos a lideres pro- vida Internacional.
Al parecer el pastor evangélico el Dr. José Linares no se equivoco en respaldar al presidente Ortega por su defensa a los no nacidos. Recordemos que también respaldo a Mauricio Funes actual presidente del Salvador, ambos de izquierda. Ambos han defendido la vida como activistas del movimiento pro- vida.
¿A qué se debe esa animadversión de los medios de izquierda hacia él? Pues la respuesta viene precisamente de la mano de la última cuestión comentada, su acercamiento al movimiento pro- vida, inspirado por su mujer, que le ha convertido en un gobernante absolutamente católico. Y así lo muestra su eslogan electoral: ‘Nicaragua Cristiana Socialista y Solidaria’. Los dardos de la izquierda radical van dirigidos también contra Ortega por haber prohibido el aborto.
La conclusión sobre ese por qué la crítica de la izquierda a Ortega es que no se trata de juzgar al mandatario por sus políticas y consecuciones económicas y sociales que se han transformado en un apoyo que pasa del 38% al 64%. Ser de izquierdas para los ‘progues’ no es conseguir todo esto. Ser de izquierdas es que se puedan practicar abortos y oponerse a que un mandatario se acerque a los postulados de la Iglesia.
En ese sentido, el paradigma de este modelo y la cara contrapuesta a Ortega es el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha puesto en marcha leyes ‘progresistas’ como la reforma del aborto o la ley del matrimonio homosexual, y ha sido un autentico desastre como gestor económico.
