REPUBLICA DOMINICANA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )El Dr. Reynaldo Franco Aquino alto dirigente de la comunidad evangélica del país, llamó a los dominicanos a celebrar las fiestas navideñas teniendo presente los valores, ya que esta debe ser una época de inculcar y fomentar los valores morales, de dar alegría y esperanza, no solo concentrarse en el materialismo y consumo masivo.
Invito a la nación a una tregua para la paz porque la insensatez y el horror de las guerras y los conflictos aparecen con más claridad y dramatismo en la Navidad. La paz es un valor clave en la vida de los pueblos y los seres humanos. Jesucristo es el “príncipe de la paz” y en la celebración de su nacimiento el contraste “violencia” – “paz” es más chocante
Franco Aquino hablo en nombre de cientos de pastores que conforman la Asociación de Iglesias Pentecostales de Jesucristo y la Comunidad Apostólica Internacional ,entidades que preside actualmente, Reiterando su llamado a la población para que en estas navidades separen tiempo para reflexionar sobre el cambio que necesita la nación, las acciones sean moderadas y fortalezcamos la convivencia familiar. Definió la temporada como una pausa festiva en la que recordamos el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, la cual debe tener un significado profundamente familiar. “Es tiempo de reunión, conmemoración y recuerdos”.
Recomendó el acercamiento familiar porque la estampa del nacimiento es una familia: el Niño Jesús, María y José. La Navidad reúne a la familia. La gente se desplaza de un lugar a otro, de un país a otro, para juntarse con sus familiares. La Navidad tiene fuerza convocatoria y reconciliadora: los lejanos se encuentran y los que tenían relaciones rotas se reconcilian. Jesucristo es vínculo de unión entre los pueblos y las familias.
Recordó que la Navidad nos anuncia salvación, que no todo está perdido; que todo ser humano, aunque esté hundido en sus vicios, en su corrupción o perdición, puede rescatarse, puede salvarse. No se trata solamente de una “salvación espiritual o moral”, sino de una salvación o salud total, integral: física y síquica.
Jesucristo es salvador de todos los seres humanos y de todo hombre (varón y mujer; cuerpo, alma y espíritu).
Destaco que esta es una época para hacer renacer y reavivar la esperanza de un mundo mejor, más justo y más fraterno. Cuando las duras situaciones de la existencia parecen llevar a la desesperación y a la desilusión, este puede ser un tiempo de renovación, entusiasmo y deseos de vivir y de luchar.
Jesucristo abrió de par en par las puertas de un sentido positivo y del éxito seguro de la historia y del proyecto humano, Jesucristo es la luz del mundo. Él, su persona, sus hechos y su mensaje, iluminan todo, al ser humano, su historia y luz que vencen las sombras, las tinieblas, las oscuridades y cuanto ellas significan en medio de esta crisis que sacude al mundo.
Franco Aquino sostiene que no es posible despegar un proceso de desarrollo sustentable, de amor y reconocimiento de la dignidad, sin sanación espiritual y emocional. “Esta Navidad no debe ser sólo para recordar a Jesús, los regalos y las fiestas; debemos comprometernos a ser agentes de sanidad interior y transformación socio espiritual; la Navidad es la anunciación del nuevo hombre, la nueva mujer, la nueva creación y sana convivencia”, expresó.
Manifestó que esta época del año ofrece una excelente oportunidad para meditar, analizar y visualizar “en dónde estamos, qué hemos realizado y qué cambios debemos de hacer para mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestra familia
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