A PESAR DE LA VIOLENCIA DEBEMOS SEGUIR EVANGELIZANDO SI QUEREMOS CAMBIAR A LA SOCIEDAD (Primera parte)

Dr. José Linares Cerón*

PERU.-(AGENCIALAVOZ) “JAMÁS” olvidaré aquella tarde de Domingo en la década de los años 80, después de un largo viaje a caballo hasta el pueblo de Casone, para luego bajar a la ciudad de Otoca, ubicado en la región de Lucanas, departamento de Ayacucho, Perú. Estaba invitado a celebrar una serie de actividades de la actividad pastoral, como cruzadas y de entrenamiento a pastores y lideres. Estaba acompañado de misioneros estudiantes que estábamos dejando en las diferentes zonas. Nos tomo dos días en llegar, fue una experiencia maravillosa, galopar con los caballos por la meseta de la serranía peruana - Ver como los rayos caían a las pampas. Apenas habían llegado a Casone para descansar y dar comer a los caballos. Podíamos divisar a la ciudad de Otoca, que era nuestro destino final a dos horas de bajada (caminando), y se podía oír a las bandas de música cristiana.

Cuando de repente escuché una terrible explosión, ráfagas de disparos y gritos. Después me enteré de que se trataba de una bomba que estallo en el estrado donde había pastores y niños .Nos pusimos a orar - no sabíamos a quien acudir para detener esta matanza, a mi costado estaba el gobernador de Casone Armando, aun lo recuerdo, cuando asistía a mis charlas en la ciudad de Nazca - Me dijo: “pastor los cumpas (terroristas) están asesinando a nuestros hermanos,y la autoridad más cercana esta en puquio, pero esta a otro lado, a un día de camino”. Le conteste: “solo nos queda orar y mandar a pedir ayuda inmediatamente” - Luego bajaremos para ayudar a los heridos, mientras las fuerzas del orden lleguen. Salió un grupo de tres a pedir ayuda, mientras mis estudiantes misioneros de Lima estaban nerviosos, llorando y con miedo, le dije: Recuerden lo que está escrito, en la palabra "Para el vivir es Cristo y el morir es ganancia, tranquilos”.

Y de repente suben unos comuneros y nos dicen que los cumpas están subiendo a Casone y viene ajusticiar a los Evangélicos de Lima, a través de un juicio popular por predicar contra la lucha armada. Hubo un pánico, la gente se corrió y algunos se escondiendo en sus casas. Es cierto que los Evangélicos en el Perú contribuimos para que la lucha armada de los terroristas no avance. Porque predicamos que solo con la paz y el Evangelio de Cristo podía cambiar a la sociedad. Aprovecho dar una honra a los miles de evangélicos que fueron víctimas por predicar el evangelio de paz y de salvación, en las zonas de emergencia. Los terrorista de Sendero Luminoso llegaron al pueblo de Casone, empezaron a sacar a los comuneros de sus casas y nosotros estábamos escondidos en una casa que estaba cerca de la plaza - Por un milagro del Señor, el terrorista no fue a otra habitación donde nos encontrábamos. En la plaza empezando a identificar a los Evangélicos del pueblo y los obligaban a decir, "donde nos encontrábamos", pero las hermanas no nos delataron - pero fueron asesinadas, y luego golpearon salvajemente al pastor Teodosio, antes que les disparen, dijo gritando: “Para mí el vivir es Cristo y Morir es ganancia”. En ese momento sentí que debía parar las muertes, y ofrecer la vida mía, a cambio de los demás (pensaba en mi madre como iba a sufrir), decidido a salir.

Armando se pone en medio de la puerta, quien era el Gobernador y me dice: “Pastor aun no es su tiempo, usted tiene mucho que hacer por el Señor, no vaya, se puso a llorar y me abrazo la rodilla” - lo abrace y lloramos juntos, y me dijo: “Pastor, salgan por el techo y lleven las monturas de los caballos y suban por las alturas, pidan ayuda, yo voy a salir a distraerlos para que tenga tiempo de colocar las monturas de los caballos” – Le dije: Armando no debes hacer esto, por favor - y él me dijo: pastor yo veré a mi Señor en unos minutos - pero aun no es su tiempo, “usted debe vivir”, ¡Por favor papá, salga ya! - Armando abrió la puerta y se fue a la plaza.

Los demás subimos al techo, subimos la monturas y salimos en medio de la oscuridad, llegamos donde estaban los caballos, colocamos las monturas a los caballos, y de repente escuche un grito “Señor cuida a tus siervos”. Luego, un disparo, supe que Armando había sido asesinado, las lagrimas y el dolor eran intensas, el aire nos faltaba por la altura. Subimos a los caballos y galopamos a las ALTURAS, PERSEGUIDOS POR LOS CUMPAS. Pero eso es otra historia de mi vida, donde vi la Gloria de Dios, actuar en mi vida.

El terrorismo y la violencia un problema a escala mundial.

Aunque usted tal vez nunca tenga que vivir tan de cerca un incidente de violencia, como lo vivimos en su momento los peruanos, aun hay pequeños incidentes. Seguramente sabrá que este tipo de incidentes se han convertido en algo común por todo el mundo. Cada día son más las personas que recurren a actos violentos —o atentados terroristas, como se les suele llamar— para alcanzar sus objetivos. El Evangelio de Cristo siempre será una bandera de paz y de amor, para estos grupos violentos, somos una amenaza. Combatamos el mal con el bien, es hora de evangelizar, no esperes que las cosas se compliquen.

*El Pastor José Linares Cerón es el fundador de Ciprofam Internacional una influyente organización que se moviliza en mas 180 naciones en el mundo. Además es presidente y fundador del movimiento profamilia, una organización donde se encuentran líderes empresariales, políticos y religiosos de diferentes lugares del mundo. Que defiende la agenda de la familia y la libertad religiosa a nivel internacional en los lugares de influencia. En los años 80, como pastor y comprometido con la misiones de su país, movilizo y formo a lideres para evangelizar en las zonas de emergencia en la época del terror del Grupo terrorista de Sendero Luminoso