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Dr. José Linares Cerón
Fundador del Movimiento Profamilia Internacional
En Noviembre del 2012, La ministra de la Mujer, Ana Jara, se mostró a favor de que las parejas homosexuales y lesbianas puedan adoptar a los niños en el Perú.Aquí un enlace para mayor referencia sobre las declaraciones de la ministra en una entrevista: http://peru21.pe/politica/ana-jara-expreso-su-apoyo-adopcion-gay-2105400. En lo personal, no me causó mucha sorpresa pero lo que si me molesto es que las instituciones evangélicas que deberían de velar por la salud y el bienestar de los principios y valores de la familia -y que incluso reciben fondos internacionales para promover y fortalecer a las familias- hayan mantenido un prolongado silencio cómplice en contra de la familia y la vida.
La supuesta hermana “evangélica” Ana Jara, también promovió desde su cartera ministerial el aborto terapéutico pero sin éxito. No solo eso, la ministra participa en eventos importantes de una institución que agrupa a iglesias neo- pentecostales, apostólicas y proféticas e incluso el Movimiento Misionero Mundial, quien ocupa una vice presidencia, ni siquiera se dignaron en emitir un comunicado de rechazo a las declaraciones de la ministra quien planea dar nuestros niños en adopciones a parejas homosexuales. Gracias a nuestro trabajo, hemos paralizado la agenda anti familia. Pero les pregunto, ¿Acaso no somos los cristianos lo que debemos encaminar a nuestra nación para que el libre albedrío no destruya los principios y los valores fundamentales de la sociedad incluso el de la familia?
¿En qué tipo de sociedad queremos vivir? ¿ En los principios de la libertad o la dictadura pro-gay que atropella los derechos de la mayoría? El libre albedrío no se extienden al derecho o autoridad de cambiar la definición de las palabras o de las instituciones; esto es esencialmente cierto en cuanto a la unión matrimonial de un varón y una mujer como institución natural. Y ninguna palabra o arrebato político o nuevas legislaciones en aras de la democracia pueden hacer tontos a la gente y hacerlos creer que no permitir que dos hombres (o dos mujeres) se "casen", signifique “discriminación”. Eso es un abuso a las libertades, no debemos permitir que la dictadura gay, no solo nos silencie sino atente contra nuestra misma libertad personal, en una sucia prisión solo por discrepar o utilizar los términos bíblicos de nuestra fe. Incluso nuestro derecho de padre ya no sería suficiente porque con esa ley de discriminación, pondrían fin a nuestra libertad. Así estos sinvergüenzas, en complicidad de religiosos avaro de poder y dinero, lograría los gay, no solo su “matrimonio” sino adopciones de niños (as) por parejas homosexuales, lesbianas, transexuales y más de 30 desordenes sexuales según el APA
Si los razonamientos anteriores no fuesen suficientes para usted, en la literatura de investigación y clínica derivada de cientos de fuentes, revela numerosos resultados científicos. Aquí algunos ejemplos:
- Los homosexuales representan el número más alto de casos de enfermedades de transmisión sexual.
- Muchas prácticas de sexo homosexual son médicamente peligrosas, con o sin protección.
- Más de un tercio de hombres y mujeres homosexuales son drogadictos.
- 40 por ciento de los adolescentes homosexuales reportan historias de intentos de suicidio.
- Los homosexuales tienen incidencia de desórdenes mentales en mayor grado que los heterosexuales, tales como desórdenes de alimentación, de personalidad, paranoia, depresión y ansiedad.
- Las relaciones homosexuales son más violentas que las relaciones heterosexuales.
¿Por qué un niño(a) tiene derecho a crecer y ser criado por una madre y un padre, sean éstos de nacimiento o adoptivos?
Todo niño(a) tiene derecho a una madre y un padre. En la estructura de una "familia" homosexual ese derecho del niño es metódica y deliberadamente negado. Esto es una violación fundamental de la declaración de sus derechos.
Un niño en crecimiento cuyos "padres" fuesen dos hombres o dos mujeres, no está correctamente informado sobre sus propios orígenes en ambos sexos. Esto afectará el desarrollo infantil. Hay significativas diferencias entre los estilos de vida homosexual y heterosexual de las parejas. Estadísticamente, la promiscuidad de hombres gay es mucho más alta que en la relación de un padre y madre normales. Esto tiene efectos destructivos en las necesidades de vinculación de los niños.
La vasta mayoría de los estudios que alegan igualdad entre la paternidad homosexual y heterosexual tienen grandes fallas metodológicas y por tanto no pueden extraerse conclusiones verídicas.
Las mujeres que viven como lesbianas es notable que la mayoría no tienen o no desean a un hombre o a hombres en ninguna relación cercana. Esto tiene un efecto inhibidor y perjudicial en el desarrollo de la identidad masculina en los niños varones adoptados por ellas.
Para las niñas, el padre es la medida más importante de sus expectativas en referencia al comportamiento masculino. Los estudios muestran que las niñas que crecen sin un padre, tienen mayores problemas de proximidad y/o de distancia con sus compañeros y amigos y muy a menudo se embarazan sin intencionalidad.
Si este informe no lo convierte en un defensor de la familia, es muy posible que usted se haya convertido en un nuevo ciudadano de la cultura más antigua de la tierra, de Sodoma y Gomorra
