EE.UU.-(AGENCIALAVOZ) La historia de Mónica es dura pero sin ella no estaría en este mundo. Según
ella, que su padre fuera un violador no marca su propia existencia. Ella es una
activa militante provida y reza por su padre. Esta es su historia contada por
ella misma:
Fruto de una
violación
Ella salía de un restaurante cuando aceptó que un hombre y su amigo la
llevaran a casa. El hombre la llevó a una carretera oscura a las afueras de la
ciudad y la violó, después la dejó sola. Ensangrentada y herida, mi
madre caminó hasta su casa, entró en su habitación y se echó a llorar.
Esa noche comenzó su infierno.
Al día siguiente le confió lo acontecido a su propia madre y ambas fueron a
la estación de policía a presentar cargos.
La posibilidad del aborto
Me dijo que quería “recuperar su vida”. Pensaba que si se deshacía de mi
vida, entonces podría continuar la suya como si nada hubiera pasado. Y le
parecía que un aborto ilegal era la solución para que todo
llegara a la normalidad. Pero al llegar a la clínica y ya sentada en la plancha
en la cual me quitarían la vida, cambió de parecer. Dejó ese lugar y nunca miró
hacia atrás.
Su madre la escondió del mundo. Cuando me dio a luz ni siquiera me
miró. Pero me dio el regalo más grande que jamás he recibido. Y encima
de darme la vida, me regaló una familia adoptiva increíble. Por eso, estoy
eternamente agradecida.
El don de la
vida
Comencé a compartir esta historia hace varios años, y entre más la
comparto, más me siento bendecida por haber recibido este regalo que es
la vida. Empecé a cuestionar también quién soy y el sentido de mi
propia vida. Mi madre y yo seguido hablábamos por teléfono, y cada vez que lo
hacíamos yo tenía más preguntas que necesitaban respuesta. Para algunas
respuestas no estaba preparada, pero para yo poder sanar y encontrar mi propio
valor, necesitaba escucharlas.
Ora por sus padres biológicos
Estoy muy agradecida con su familia por haberme dejado ser parte de
sus vidas durante esos últimos siete días. Me permitieron estar con
ella para mostrarle cuánto aprecio los sacrificios que tuvo que hacer para
traerme al mundo y darme vida.
Encontré cuánto valgo a través de su historia y he conciliado el hecho de
que mi padre biológico sea un violador.
He contactado a mi padre biológico. Le pedí su historial médico y una
prueba de ADN, a lo cual accedió. Más tarde contrató a un abogado y me pidió que
me mantuviera alejada de el y de su familia. Desde entonces he comenzado a rezar
por el para que algún día pueda encontrar paz, como lo he hecho yo.
Su madre, una heroe
Por ahora, continúo a compartir la historia de valentía, amor y fe de madre
biológica. Ella es el héroe y yo quien recibió el precioso
regalo. Antes de fallecer me dijo que le maravillaba como algo tan
hermoso podía salir de algo tan horrible. Yo estoy de acuerdo en que mi relación
con ella fue una cosa hermosa.
Como bombero, paramédico y partidaria de la causa pro-vida, voy a continuar
en la lucha por salvar muchas vidas, pero especialmente aquellas de los bebés
concebidos por violación”.