ESPAÑA-.(AGENCIALAVOZ) Se llama Estándares de Educación Sexual en Europa y es una guía para Gobiernos, elaborada por la oficina europea de laOrganización Mundial de la Salud (OMS), conjuntamente con la agencia del Gobierno alemán para la Educación de la Salud. El documento ha empezado a llegar a los Ministerios de Educación y de Sanidad de toda Europa y resulta indistinguible de un compendio sobre la corrupción de menores, inspirado, eso sí, por los dogmas de la ideología de género.
Entre los conocimientos concretos que la guía recomienda transmitir a niños de 0 a 16 años, estos son algunos ejemplos, textualmente citados del documento:
- De 0 a 4 años, la OMS prescribe el aprendizaje del «goce y el placer cuando tocamos nuestro propio cuerpo: la masturbación de la primera infancia».
- De 0 a 4 años, es la edad idónea para «el descubrimiento del propio cuerpo y de los genitales».
- A los 4 años, la OMS sostiene que nuestros hijos son aptos para «expresar necesidades, deseos y límites, por ejemplo en el contexto de jugando a los médicos».
- De 4 a 6 años, nuetros hijos tienen que saber que la historia de la cigüeña como ave nodriza es un mito.
- De 4 a 6 años, es una edad estupenda, según la Organización Mundial de la Salud, para «hablar de asuntos sexuales», explorar «relaciones del mismo sexo» y «consolidar la identidad de género».
- De 6 a 9 años, los expertos de la OMS dicen que nuestros hijos están preparados para conocer y defender los «derechos sexuales de los niños y niñas».
- De 9 a 12, y hasta los 15, deben conocer el fastidio de la maternidad imprevista. Lo dicen con esta perífrasis: «el impacto de la maternidad y la maternidad en adolescentes (es decir, de crianza de los hijos, la planificación familiar, proyecto de vida/estudios, la anticoncepción, al toma de decisiones y el cuidado en el caso de embarazos no deseados». Repárese en el rodeo que da la OMS para decir que antes de los 15, nuestros hijos ya están preparados para ser clientes de la industria del aborto.
- De 9 a 15, es bueno que reciban información de dónde encontrar anticonceptivos y dónde practicarse un aborto.
- De 9 a 15, es una edad clave, además, según la OMS, para enseñarles que la religión cristiana es un obstáculo para el placer y el goce de sus propios cuerpos: «Influencia de la edad, el género, la religión y la cultura» en la educación afectivo-sexual.
- Los 15 años es el momento de «abrirse a los otros (admitir la homosexualidad, la bisexualidad y otras opciones)».
- Los 15 es también la edad de conocer, además, «las relaciones sexuales comerciales (prostitución, pero también sexo a cambio de pequeños regalos, comidas/salidas nocturnas o pequeñas cantidades de dinero), la pornografía, la adicción al sexo».
- El principio de que los padres son una «fuente informal» de la educación, frente al Estado como «fuente formal», «científica» y fetén.
- El principio de que la educación afectivo-sexual de los niños y niñas europeos debe planificarse con «una sensibilidad de género». Es decir, la naturaleza, los hechos, los datos, la responsabilidad de los padres... todo debe someterse a los dogmas de la «sensibilidad de género».
- El principio de que la educación afectivo-sexual «empieza desde el nacimiento».
- El principio de que la educación afectivo-sexual «debe tener un enfoque holístico». Todo es sexo, para la OMS.
- El principio de que la educación afectivo-sexual sirve para el «empoderamiento individual y comunitario». Todo es política, para la OMS.
- El principio de que lo que enseña la OMS es «científico» y «neutral» y lo que enseñan los padres hay que cogerlo con pinzas.
En cambio, la guía habla constantemente de «placer», «bienestar personal» e «instintos».
La Organización Mundial de la Salud es una agencia de Naciones Unidas.
Con la guía Estándares de Educación Sexual en Europa, este organismo pretende definir los principios y los contenidos básicos que los Estados deben desarrollar para educar sobre el afecto y el sexo a los niños y niñas europeos, según los prejuicios y los preceptos de la ideología de género.
Es un documento de una enorme influencia, al ir dirigido a los ministros de Sanidad y de Educación de Europa; un documento que ignora a los padres como responsables de la educación de nuestros hijos.