Benedicto XVI fue el Papa más conservador del magisterio de la Iglesia - el Papa Fracisco sus declaraciones han sido calificadas de “modernistas” |
ESPAÑA-.(AGENCIALAVOZ) Algunas personas o grupos del ámbito católico han manifestado su desorientación sobre algunos enfoques que el Papa Francisco plantea sobre aspectos del Magisterio de la Iglesia. Por ejemplo, en algunos ambientes, según el publica el diario estadounidense ‘Washington Post’, existe el temor de que el estilo de Francisco, “tan abierto a interpretaciones, acabe por deshacer años de esfuerzos de la Iglesia católica al hablar claramente sobre las propias enseñanzas. Algunos observadores temen incluso que el Papa mine su situación en una época en la que se encuentran ya “marginados” por una cultura cada vez más laica”.
“Francisco es un hombre notable, nadie puede negarlo. Pero no creo que se preocupe de ser prudente”, anotó Robert Royal, presidente del think tank Fe y Razón. Según su opinión, la dinámica del Papa, orientada hacia la evangelización, “de alguna manera mete ansias a la gente”. Gregory Popcak, asesor matrimonial católico en Ohío, cita el diario que se quedó sin palabras cuando algunas parejas confutaron sus afirmaciones citando palabras de Papa Francisco. Primero se sintió frustrado, pero después se avergonzó. Porque, tras haber reflexionado y rezado, se vio como el hermano bueno del hijo pródigo, “el chico bueno que está en el fondo y obedece al padre”. “Las personas que habían dejado la Iglesia, que la odiaban, ahora han entendido que Dios las ama, que la Iglesia las acoge, y todo lo que podía hacer yo era sentir amargura”. Reflexiones que Popcak difundió en la red, impulsando a muchas personas a responder y compartir sus sentimientos.
Los lefevreristas atacan al Papa Francisco
El superior de la Fraternidad San Pío X, el obispo Bernard Fellay, durante una conferencia en Kansas City el pasado fin de semana dijo que Francisco “es un verdadero modernista”. Fellay afirmó que estamos viviendo “tiempos espantodos”, que la “situación de la Iglesia es un verdadero desastre. El Papa actual está empeorando 10.000 veces la situación”. “Al inicio del Pontificado de Papa Benedicto XVI, dije, la Iglesia continuará, pero el Papa está tratando de frenar. Es como decir: la Iglesia continuará descendiendo, pero con un paracaídas. Con el inicio de Papa Francisco, digo, él corta las cuerdas y puso un cohete para ir hacia abajo”.
“Si el actual Papa sigue como comenzó –afirma Fellay-, dividirá a la Iglesia. Está explotando todo. Así la gente dirá: “es imposible que él sea el Papa, lo rechazamos”. Otros dirán: “Esperemos, considerémoslo como Papa, pero no lo sigamos...””. El líder lefevrerista afirmó, además, que “Dios es mucho más grande que nosotros y que el trabajar a través de estos ministros imperfectos”, pero hay que seguirlos “cuando dicen la verdad”, no cuando te ofrecen “basura”.
Los papas, y sus estilos
Cabe reflexionar a cerca de este fenómeno que provoca el estilo directo y cercano que está desarrollando el Papa Francisco en su pontificado.
Cada Papa tiene su estilo y el de Francisco está demostrando que llega a la gente y la interpela. Es evidente que los papas son diferentes igual que diferentes son las formas de ejercer la fe. La Iglesia reciente tuvo un Papa evangelizador, Juan Pablo II; otro teólogo que fue Benedicto XVI; y ahora tiene un Papa misionero, con un fuerte contenido profético y los profetas no son cómodos.
En una columna de opinión aparecida en el diario El País este miércoles, 16 de octubre, Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España apuntaba precisamente un hecho revelador en vísperas del Domund: “La clave del Papa Francisco radica en el método misionero del primer anuncio. De ahí que, como podemos testificar en la sede de Obras Misionales Pontificias, el entusiasmo con que los misioneros están viviendo este tiempo de la Iglesia no habla del Papa, sino de ellos mismos”.
Según el representante de la OMP el Papa Francisco “está confiriendo al papado la forma misionera de entender y de practicar el evangelio en la historia”. Y explica: “El concepto de misión del obispo de Roma procede de su experiencia en las situaciones de ultimidad antropológica, en su comprensión de la relación entre el evangelio y los pobres, y en su radical propuesta de un cristianismo que mira a cada hombre y a cada mujer a los ojos, sin prejuzgar, al tiempo que hace silencio para escuchar el latido de su corazón. Un silencio que no pregunta, solo escucha y acompaña”. Ya que “La distancia de cada corazón al evangelio y a la posibilidad del encuentro con Jesús de Nazaret ya no se mide con conceptos y con palabras, se mide con la experiencia”.
Anastasio Gil desvela que al Papa “le entendemos bien los que hacemos misiones”, ya que el espíritu misionero no coloca la norma por delante: se atiende a la gente, sea quien sea, sin hacer un juicio previo sobre ella, sin cuestionarla. Y después de ese proceso se extrae un resultado.
Los ‘progres’ han hecho disidencia contra los papas que no le han gustado por considerarlos demasiados conservadores. Esa actitud ha significado siempre romper la comunión con el Papa y con la Iglesia. Que ahora sucediera este fenómeno desde la otra orilla sería cuando menos sorprendente: las personas o grupos que se declaran partidarios de la ortodoxia católica incurrirían en una contradicción muy grande si rompieran su comunión con el Papa. El cristiano no escoge al Papa porque su estilo le guste más o menos, su figura está mucho más allá de ello a pesar de sus errores que como humano pueda tener. La infalibilidad es dogma.
Este fenómeno –mínimo por el momento- no deja de revelar la evidencia de que la cultura de la desvinculación y la mentalidad relativista que sitúa la subjetividad por delante de todo es una contaminación que afecta a todo y todos, también a la Iglesia y a los cristianos. La principal salvaguarda de este riesgo es tener una conciencia lo suficientemente sólida como para no apartarse de lo que constituyen los fundamentos.
Cabe recordar el precedente del Papa León XII, tradicionalmente incomprendido por sus contemporáneos. Un Papa por el que en España se llegaron a hacer misas por su conversión, cuando finalmente ha pasado a la historia como un gran y visionario sucesor de Pedro que ha dejado una gran herencia para el catolicismo.
La acogida con reservas del mensaje de León XII tuvo que ver con su encíclica ‘Rerum Novarum’ (‘De las cosas públicas nuevas’, en español), primera encíclica social de la Iglesia católica y que en su tiempo no fue entendida. Fue promulgada el 15 de mayo de 1891 y versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras. En ella, el Papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de “formar uniones o sindicatos”, pero también se reafirmaba en su apoyo al derecho de la propiedad privada. Además, discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo. Todo un cambio de perspectiva en pleno desarrollo de la Revolución Industrial, un cambio que hizo de León XII un Papa incomprendido.