Actualmente, en el Congreso local existen dos iniciativas al respecto. La primera fue promovida por el grupo parlamentario del PRD el año pasado y, la segunda, por el gobernador Eruviel Ávila en marzo último.
Veinte días antes, la Primera Sala de la Corte amparó a cuatro parejas homosexuales del Valle de Toluca para que pudieran contraer matrimonio; al menos una de ellas, ya hizo válido el fallo.
Además la SCJN ordenó a la Legislatura local modificar el Código Civil del Estado de México para permitir la unión sin distingo de la orientación sexual, sin que a la fecha esto haya ocurrido.
Hace unos días, la Primera Sala de la SCJN además emitió la Jurisprudencia 43/2015 que será de observancia obligatoria para todos los impartidores de justicia en el país.
Ésta determina que “pretender vincular los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales de quienes pueden acceder a la institución matrimonial con la procreación es discriminatorio, pues excluye injustificadamente del acceso al matrimonio a las parejas homosexuales que están situadas en condiciones similares a las parejas heterosexuales”.
Tal distinción, advierte, “es discriminatoria porque las preferencias sexuales no constituyen un aspecto relevante para hacer la distinción en relación con el fin constitucionalmente imperioso”.
La finalidad del matrimonio, destaca, no es la procreación. Por tanto, advierte que cualquier entidad que defina el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, es inconstitucional.
De 2009 a la fecha, el matrimonio igualitario ha sido avalado en Distrito Federal, Coahuila y Quintana Roo; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también lo han reconocido para la plena igualdad de trato y de oportunidades de las y los derechohabientes, sus familiares y cónyuges.
No obstante, el coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Legislatura mexiquense indicó que por el momento no existen los acuerdos para avalar la propuesta por unanimidad en el Congreso mexiquense.
El priista justificó que para el análisis y aprobación de la iniciativa, es necesario tomar en cuenta elementos como la protección al infante, el concubinato, los derechos individuales en la pareja, y la postura de organizaciones civiles y religiosas.
“Además de no haber consenso de todas las fracciones parlamentarias del Congreso mexiquense, hay organizaciones tanto civiles como religiosas que manifiestan su no aceptación a que sea aprobada la reforma por la que se permite la unión entre personas del mismo sexo. El mismo clero y algunas agrupaciones están en desacuerdo”, indicó.
A pesar de que la Comunidad Lésbico Gay, Bisexual y Transexual de Toluca (LGBT) ha urgido en distintos momentos la aprobación de la iniciativa, Arana Castro le solicitó paciencia.
“Mientras no exista un acuerdo en todos los sectores, seguirá sin ser aprobada”, insistió, tras destacar que todos se han pronunciado por la necesidad de que sobre el tema se legisle con cuidado.
“Requiere un análisis muy profundo y responsable para que al rato no se tenga que estar parche y parche otros ordenamientos legales que velan por los intereses y derechos de otras personas”, arguyó.
Lo que se quiere evitar con tantas precauciones, aseguró, es que se legisle al vapor o sobre las rodillas, “porque si fuera por interés político-electoral, ya hubiera salido”.