“De parte de los salvadoreños que defendemos el derecho a la vida”, le dijo la diputada. " Antes impensable, ahora vemos como practicas infamantes y barbáricas como el aborto están siendo promovidas como parte de la imposición de una nueva cultura, que no solo se aparta de los ideales de defensa de la vida y la dignidad de la persona humana que los latinoamericanos tenemos en alto sitial, sino que contradicen el sentimiento humanista en el que están depositados los anhelos de nuestros pueblos. Somos millones de mujeres y hombres los que vemos asombrados como, en pos de un modernismo absurdo y deshumanizante, se busca corromper las conciencias de los niños y jóvenes impulsándolos al desenfreno, el hedonismo, la irresponsabilidad y el egoísmo con la promoción de la Ideología de Género que en práctica y esencia promueve la confusión y el desconcierto en los seres que son el presente y futuro de la Latinoamérica de todos.
Las Constituciones Políticas de todos los países del continente sostienen, de una u otra manera, que la familia es la base fundamental de la sociedad y que su defensa y promoción debe ser parte esencial y prioritaria de los intereses de los estados. Sin embargo ahora, en lugar de cumplir con esos nobles fines, muchos gobiernos, como el suyo en Chile, se dedican a la destrucción de esa célula primaria del tejido social mediante la re invención de la familia y su devaluación social al equiparar el matrimonio con cualquier estilo de convivencia aunque estos sean contra natura y naturalmente infecundos.