"Muchas otras, por otro lado, a pesar de experimentar este momento como una derrota, creen que no tuvieron otra opción". Francisco se basó en décadas de experiencia pastoral con fieles católicos en su Argentina natal, incluso como arzobispo de Buenos Aires. "Pienso en particular en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Soy muy consciente de la presión que las llevó a esta decisión", dijo el Papa. "Sé que es una experiencia existencial y moral penosa". "He conocido a tantas mujeres que llevan en el corazón la cicatriz de esta decisión angustiante y dolorosa", escribió Francisco. "No se puede negar el perdón de Dios a quien se ha arrepentido, sobre todo cuando esa persona aborda el Sacramento de la Confesión con corazón sincero para obtener la reconciliación con el Padre", recalcó el pontífice. Agregó que por ello ha decidido conceder a todos los sacerdotes "la discreción de absolver del pecado del aborto a todos los que lo han procurado y que, con corazón contrito, buscan el perdón". En un comunicado emitido luego de la carta del papa, el Vaticano dejó claro que "el perdón del pecado del aborto no condona el aborto ni minimiza sus efectos graves. La novedad es claramente el acercamiento pastoral del papa Francisco". En algunos casos, los obispos recurren a un cuerpo especial de sacerdotes -a menudo procedentes de las filas de los jesuitas, como el papa- para servir como confesores de una mujer que busca el perdón por haber abortado. En Estados Unidos, que el papa visitará durante una peregrinación este mes, muchos obispos ya permiten a los sacerdotes absolver a las mujeres que han tenido abortos, mientras que en algunas diócesis los obispos se han reservado esa decisión para sí mismos, dijo el padre James Martin, editor de la revista jesuita America. La directriz del papa difundida "recuerda a los sacerdotes de la necesidad de la misericordia y toma también un tono muy pastoral hacia la mujer que ha tenido un aborto ", dijo Martin. Maureen Tilley, una teóloga de la Universidad de Fordham, señaló que en algunas circunstancias, una mujer que ha tenido un aborto es excomulgada automáticamente si no sufrió coacción o no sufre de un problema psicológico que haya afectado su toma de decisiones. Para ser readmitida en la Iglesia, es habitual que se le pida a la mujer que realice alguna penitencia, como hacer una peregrinación, junto con la búsqueda de la absolución. Se espera que unos 30 millones de fieles visiten Roma durante las peregrinaciones del Año Santo de la Misericordia.