"Desde principios de 2015 se ha admitido en Estados Unidos a 4.205 musulmanes procedentes de Irak, pero sólo a 727 cristianos. Por cada cristiano al que se concede asilo en el país hay cinco o seis musulmanes, aunque los cristianos, como minoría infiel perseguida, necesitan mucho más que se les conceda refugio, por no mencionar que se integran en la cultura norteamericana mucho más que los musulmanes" |
LONDRES.-(AGENCIALAVOZ) Según un reciente informe de NPR, la coalición moderada apoyada por Estados Unidos que lucha contra Bashar al Asad y el Estado Islámico (EI) en Siria “tiene radicales en sus filas que han maltratado a cristianos y los han expulsado de sus hogares”, como ha hecho el EI.
Las minorías cristianas a las que expulsan de sus hogares y que logran llegar a naciones occidentales (entre ellas Estados Unidos) en ocasiones se encuentran con más problemas una vez allí.
Pese a que tienen familiares que responden por ellos, un grupo de 20 cristianos que huyeron del Estado Islámico en Irak ha sido retenido de manera indefinida (algunos integrantes llevan así desde febrero) en el Centro de Detención de Otay, en San Diego. Varios familiares residentes en la zona y diversos líderes cristianos locales responden por ellos (una de las formas más habituales de que los extranjeros retenidos sean liberados es que queden bajo la supervisión de ciudadanos estadounidenses que se hagan cargo).
Según varios activistas, los hombres y mujeres retenidos llevan así demasiado tiempo incluso para los estándares del Gobierno estadounidense. Algunos llevan más de siete meses, sin que se haya fijado siquiera la fecha de la vista para su liberación.
“Están detenidos sin que haya un motivo real para ello (…) Han escapado del infierno. Permitamos que se reúnan con sus familias”, comenta Mark Arabo, portavoz de la comunidad caldea en San Diego.
Entre los detenidos se encuentra una mujer que escapó de las fauces del Estado Islámico y que suplicó reunirse con su madre enferma; la madre murió antes de que pudiera verla. “Había rogado que la dejaran salir para ver a su madre moribunda”, explica un sacerdote cercano al caso.
Respecto a la difícil situación que están viviendo estos cristianos iraquíes el East County Magazine de San Diego llega a esta conclusión:
Por qué el Gobierno federal no ha actuado para acelerar estos casos de reunificación, en los que familias y líderes religiosos están dispuestos a ayudar a quienes vienen buscando asilo y a responder por ellos, sigue siendo un misterio incomprensible.
Esos “misterios incomprensibles” nos recuerdan la costumbre del Departamento de Estado norteamericano de invitar a representantes musulmanes pero negar visados a los cristianos. Desde principios de 2015 se ha admitido en Estados Unidos a 4.205 musulmanes procedentes de Irak, pero sólo a 727 cristianos. Por cada cristiano al que se concede asilo en el país hay cinco o seis musulmanes, aunque los cristianos, como minoría infiel perseguida, necesitan mucho más que se les conceda refugio, por no mencionar que se integran en la cultura norteamericana mucho mejor que los musulmanes.
Faith McDonnell, del Instituto de Religión y Democracia, comentaba sobre la detención de cristianos iraquíes en San Diego:
Aquí se sigue el inquietante patrón que hemos visto aplicado por el Departamento de Estado: ignorar que los cristianos son objetivo particular del Estado Islámico mientras que se concede un trato preferente a los casos de asilo de otros grupos, que son tramitados de forma acelerada, como somalíes, iraquíes y sirios, algunos de los cuales bien podrían ser miembros de movimientos yihadistas.
Eso mismo está sucediendo en el Reino Unido. Líderes religiosos acusan a David Cameron de “dar la espalda” a los cristianos amenazados de genocidio en Siria e Irak al no concederles refugio en el país, aunque a miles de musulmanes se les ha permitido entrar.
Lord Carey, exarzobispo de Canterbury, firmó una petición para que el Gobierno británico acoja a los refugiados cristianos y les dé prioridad “como solicitantes de asilo”; petición en la que se hacía hincapié en que los cristianos sirios e iraquíes “están siendo masacrados, torturados y esclavizados”.
De manera análoga, Lord Weidenfeld, de 95 años, que huyó de la Austria ocupada por los nazis en 1938 con ayuda de los cuáqueros británicos, afirmó:
¿Por qué los polacos y los checos están acogiendo a familias cristianas y en cambio el Gobierno británico no hace nada?Este espíritu de indiferencia recuerda a las peores etapas del apaciguamiento, y puede tener consecuencias catastróficas. Europa debe despertar y el Gobierno conservador británico debería estar en primera línea.La mayoría de los Gobiernos europeos, especialmente aquellos que implícita o explícitamente son cristianos, no están cumpliendo con su deber de velar por sus hermanos cristianos en este momento de necesidad.
Eso no es necesariamente cierto en el caso de las naciones de Europa Oriental. Junto a países como Polonia y la República Checa, Eslovaquia llegó a afirmar recientemente que sólo aceptaría a cristianos entre los refugiados sirios que debe admitir según el plan de reubicación de la Unión Europea. Esta nación eslava sostiene que los musulmanes no serán admitidos “porque no se sentirían en casa”, entre otras cosas porque en Eslovaquia no hay mezquitas.
Entre tanto, muchos de los cristianos a los que se concede refugio en países occidentales se encuentran con que llegan allí sólo para seguir siendo perseguidos por musulmanes en busca de asilo, lo que indica, una vez más, quién es el que necesita asilo y quién no; quién se integra en la cultura occidental y quién no.
Recientemente, en Suecia, dos pequeñas familias cristianas procedentes de Siria en busca de asilo fueron acosadas y maltratadas por unos 80 musulmanes, también procedentes del mismo país y que pretendían ser asilados.
Los cristianos y los musulmanes –a los que un periódico sueco describe como “fundamentalistas islámicos”– vivían en la misma residencia para asilados. Entre otras humillaciones, los musulmanes ordenaron a los cristianos que no llevaran sus crucifijos en el cuello y que no usaran las zonas comunes cuando ellos las estuvieran utilizando.
Tras continuos acosos y amenazas, los refugiados cristianos, que habían logrado huir del Estado Islámico, se marcharon del albergue “temiendo por su seguridad”. Un portavoz de la agencia gubernamental para los inmigrantes responsable del centro en el que se alojaron declaró:
No se atrevieron a quedarse. La atmósfera se había vuelto demasiado amenazadora. Y no recibieron ayuda (…) Prefirieron organizar un nuevo domicilio por su cuenta y se marcharon sin nuestra intervención porque se sentían incómodos.
Las naciones occidentales no sólo están ignorando la persecución musulmana a los cristianos en Oriente Medio; la están apoyando activamente al respaldar a rebeldes moderados que en realidad son tan radicales y antioccidentales como el Estado Islámico. Y cuando estas minorías cristianas logran huir del EI y llegan a Occidente en busca de refugio, vuelven a ser retenidos. Mientras, los musulmanes, en Oriente Medio y en Occidente, se ven reforzados y son recibidos en Occidente con los brazos abiertos.