“Necesitamos dar refugio a aquellos cristianos que están siendo perseguidos y enfrentan el genocidio, y al mismo tiempo no deberíamos dejar entrar terroristas a EE.UU.”, dijo Cruz en un evento de campaña en Carolina del Sur.
Cruz aseguró que “no hay riesgo significativo de cristianos cometiendo actos terroristas”.
El exgobernador Bush también expresó un razonamiento similar en una entrevista el domingo con la cadena de noticias CNN.
“Deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en lo que se refiere a los refugiados en los cristianos que están siendo masacrados”, dijo Bush.
Rebelión estatal
Hasta este lunes, seis gobernadores republicanos informaron que no harán parte del plan anunciado por la Casa Blanca para recibir a 10.000 refugiados sirios el próximo año.
Los gobernadores de Texas, Arkansas, Luisiana, Indiana, Illinois y Massachusetts expresaron su temor de que entre los refugiados pueda filtrarse algún miembro de una organización extremistas y ponga en peligro la seguridad de sus ciudadanos.
Es la posición que ha asumido la mayor parte de los conservadores desde que se anunció el plan como parte del esfuerzo de Washington en ayudar en el éxodo de sirios que llega a costas europeas y de otros países del Medio Oriente.
Los atentados de París del viernes, que dejaron 129 muertos, han agudizado esa posición, luego de que se conociera que uno de los atacantes sería de nacionalidad siria.
De los cuatro millones de desplazados sirios que Naciones Unidas estima que hay, EE.UU. solo ha aceptado hasta ahora unos 2.000, una cifra mínima comparado con los millones que se han establecido en Líbano, Jordania, Turquía y otras naciones vecinas.