Sin embargo, el arzobispo de San Juan, perteneciente a la Iglesia Católica de Puerto Rico, ha sido quién ha manifestado su gran preocupación por el hecho de que una mujer lesbiana ocupe tal cargo de importancia.
Lo que se busca con la iniciativa de Maite como presidenta del Tribunal Supremo, no es otra cosa que apostar que los beneficios tanto de la mujer como de las personas LGTB, estén equiparados a los que ya tienen los hombres y las personas heterosexuales respectivamente.