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En el contexto del proyecto de ley de abortoque se discute en el Senado, las ciudades de Arica en el norte y Puerto Montt en el sur, se llenaron de color y alegría, donde también se pudo apreciar diversos actos musicales, danza y testimonios de mujeres que han pasado por embarazos vulnerables.
A pesar del frío y el pronóstico de lluvia, alrededor de mil personas se congregaron a las 11:00 a.m. en Puerto Montt, a 1032 kilómetros al sur de Santiago.
Provenientes de localidades de Hornopirén, Frutillar, Llanquihue y Calbuco, entre otras, los participantes caminaron por las calles de la ciudad en medio de batucadas y consignas a favor de la vida.
En la Plaza de Armas de la ciudad, frente a la catedral de Puerto Montt, se presentó la conocida joven con síndrome de Down, María Paz “Pachi” Mancilla, que hizo una danza contemporánea.
Además, los asistentes escucharon dos testimonios de vida: el de Yolanda Pujada, una madre cuya hija fue declarada “inviable” en su gestación; y el de Bernarda Gallardo, conocida por adoptar a una bebé muerta encontrada en un vertedero y darle sepultura, asimismo, con otros recién nacidos muertos, y que inspiró la película chilena “Aurora”.
En el evento el Arzobispo de Puerto Montt, Mons. Cristián Caro, llamó a los legisladores “a escuchar al pueblo" y pidió a los parlamentarios católicos “que sean valientes con su conciencia, que recapaciten, que mediten que en sus manos está decir no a este proyecto (del aborto), para salvar muchas vidas humanas inocentes".
Los participantes se manifestaron para decir que “la vida humana merece ser vivida, merece ser defendida, desde que comienza en el seno materno hasta su fin natural” y que hoy “la medicina permite salvar la vida del niño y de la madre” y por lo tanto no existe justificación alguna para aprobar una ley de aborto, dijo Mons. Caro.
Arica
En Arica, a más de 2.000 kilómetros de Santiago cerca a la frontera con Perú, alrededor de mil personas se reunieron en torno al lema Por la FAMILIA Y LA VIDA
El Obispo de Arica, Mons. Moisés Atisha, expresó que la actual tramitación de la ley de aborto “produce un dolor al alma de Chile” ya que “asumir legislaciones que no se comprometen con la vida, comienzan a marcar una huella y una herida”.
“Escoger la vida, no es un mandato religioso, escoger la vida es un acto humano. Pero escoger la vida, cuando la reconocemos como un don y nos hemos encontrado con quien es la Vida, se convierte en fuente inagotable de vitalidad para hacerlo con más convicción, reconociendo en cada persona las huellas del creador, huellas que están desde el primer instante de esa nueva existencia”, dijo Mons. Atisha.
