ESPAÑA.-(AGENCIALAVOZ.ORG)España se conoce como la ciudad de las tres culturas, pues hasta 1492 convivieron ahí musulmanes, cristianos y judíos. Hoy en día la convivencia de dos culturas trae nuevas esperanzas al lugar y todo por el poder de la oración de dos mujeres.
“Nosotros éramos miembros de una congregación que se deshizo, y empezamos a orar y decíamos: ‘el Señor levantará una congregación y El traerá a un pastor’”
Por más de 12 años, esta fue la oración de Maribel y Carmen que junto a sus familias esperaron con paciencia la llegada de un pastor al pueblo de Cobiza, en Castilla-La Mancha. Pero la espera terminó con la llegada de un misionero mexicano y su familia, quienes enviados por su iglesia desde Tijuana, poco a poco se integran a esta sociedad.
“Mi nombre es Josué García. Tenemos solamente 7 meses de estar aquí, ahora mismo estamos en el proceso de regularización legal para ese proceso de transculturalización, de meternos a la cultura del pueblo. Nuestra meta es fundar una iglesia a largo plazo. Hemos aprendido que el evangelismo no es un evento sino un proceso y en una sociedad como la española la mejor manera de llegar a la gente es a través de un proceso de amistad y en ese día a día pues compartes tu verdad, compartes tu mensaje y entonces la gente conoce al Señor”.
La generosidad de la gente facilita la integración de esta familia mexicana al pueblo: “En esta zona son un poco más cerrados al extranjero por ser pueblo, no como en Madrid. Sin embargo hay una gracia especial para nosotros los mexicanos, nos aceptan muy fácil.”
“Este pueblo es una población pequeña, viven principalmente matrimonios jóvenes de la edad nuestra y tienen por lo menos tres hijos de la edad de nuestros hijos. Estamos a 5 kms al sur del casco antiguo de la ciudad de Toledo y es nuestro deseo fundar una iglesia en la ciudad de Toledo, España. Hemos escogido la puerta de la Visagra, como símbolo de la visión que nosotros queremos desarrollar aquí y debajo un slogan que dice, TOLEDO, CIUDAD DE PUERTAS ABIERTAS. Nosotros creemos que Dios ha abierto las puertas de la ciudad de Toledo para el evangelio”.
La estrategia de amistad que Josué y su familia aplican ya está dando frutos, pues Laura ahora es amiga de Marisa López, una comerciante local. “Yo me sentía vacía, hasta que ya empecé a conocer a Josué y Laura y empecé a estar con el Señor… yo sabía que me faltaba algo aunque tenía la palabra del Señor, yo necesitaba un apoyo mas, yo creo que lo he sentido en ellos”.
En una ciudad famosa por la fabricación de espadas, una espada de dos filos comienza a circular entre los pobladores. “¿Recuerdas que te dije que te iba a conseguir una? Para que cuando no tengas visitas, que tengas ahí una chancita (Pedro locatario) un recuerdo tuyo…Tienes que venir a visitarme de cuando en cuando….”
La llegada de Josué a Castilla La Mancha, también es un refrigerio para Julio, un pastor de otro pueblo cercano. “La labor aquí en España es una labor ardua, una labor de mucha persistencia y algo que ha surgido entre nosotros es la posibilidad de confraternizar, y esperamos ver un día surgir la iglesia con fuerza caminando y alcanzando los propósitos que el Señor tiene”.
Mientras el buen testimonio de la familia García crece en el pueblo, Josué ya está orando por un local para levantar la iglesia en Cobiza.
“Este lugar es donde estaría genial construir una iglesia. Hay varios pueblos alrededor, actualmente no sabemos quien es el dueño, pero estamos investigando a ver si Dios milagrosamente nos quiere conceder este sitio. El Señor nos habló de que nosotros éramos parte de lo que él va a hacer en esta ciudad, bueno pues pensamos que ellos han sido los primeros, pensamos que vendrá mas gente o el Señor levantará mas gente, y El hará lo que él quiera, aquí estamos…. Lo que El quiera”.
Hoy en día los creyentes en Cobiza ya cuentan con una iglesia donde se reúnen semanalmente más de 80 miembros y una vez al mes se congregan más de 130 personas en un bello castillo de Toledo. Todo como respuesta a la oración de dos mujeres españolas.
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