viernes, 21 de noviembre de 2014

La Biblia es más relevante que el tratado sobre la evolución de Darwin

La Biblia, más influyente que Darwin

ESPAÑA.-(AGENCIALAVOZ) La Biblia es el libro que más impacto ha tenido sobre la sociedad moderna, seguido muy de cerca por El origen de las especies (1859), del naturalista inglés Charles Darwin, reveló una encuesta elaborada por la editorial británica Folio Society.
Religión y ciencia copan la lista de los diez libros, entre una oferta de 30, más influyentes para las 2.000 personas que participaron en el sondeo efectuado para la editorial por la firma demoscópica YouGov.

Según el estudio, la Biblia y la obra de Darwin recibieron un 37 y 35 por ciento de votos, respectivamente, mientras que a cierta distancia, con un 17 por ciento, completó este podio el bestseller del astrofísico británico Stephen Hawking Una breve historia del tiempo (1988).

Tras estos, se sitúan Sobre la Teoría de la Relatividad Espacial y General (1916) de Albert Einstein, la distopía de George Orwell 1984 (1949) y Principia Mathematica (1687) de Isaac Newton, con un 15, 14 y 12 por ciento, respectivamente.

El clásico de la literatura estadounidense Matar un ruiseñor (1960), de la escritora Harper Lee, se cuela en la séptima posición con un 10 por ciento de apoyo, seguido por el Corán con un 9 por ciento y por el tratado económico La riqueza de las naciones (1776), del escocés Adam Smith, con un 7 por ciento.

El último lugar de este “top 10″ es, con un 6 por ciento, para La doble hélice (1968), del biólogo estadounidense James Dewey Watson, quien plasmó en ese texto el descubrimiento de la estructura de la molécula de ADN.

El director de la editorial Folio Society, Tom Walker, se declaró sorprendido por el hecho de que no hubiese entre los elegidos más títulos relacionados con la economía, “dado el clima financiero” actual.

También le llamó la atención, dijo, que solo entraran en la lista dos trabajos de ficción con contenido político y social, como son 1984 y Matar un ruiseñor.

Telexfree empieza a ser denunciado por sus victimas por la gran estafa

 
 
PERU.-(AGENCIALAVOZ) El afectado aseguró que hay más miembros que habrían sido estafados, pero que no reclaman porque no quieren que la iglesia los juzgue. 
 
Carlos Tito Huapaya fue estafado por un misionero evangélico identificado como Diego Ricardo Cano García,  quien le dijo que invirtiendo 24 mil soles en la empresa Telexfree y sin mucho esfuerzo recibiría fuertes suma de dinero en poco tiempo. El presunto estafador le había dicho que la garantía era Dios.

Tito Huapaya y su esposa exigen la devolución del dinero por la estafa, pues según relata en América Noticias, al inicio tenía que invertir mil 450 dólares progresivamente y enviar publicidad  por internet por lo menos siete veces al día, de esta manera él ganaría 100 dólares por semana y su dinero se iría incrementando.

“A mí me ha estafado una persona que conozco hace 20 años, y que ganaría 100 dólares por semana”, comentó el afectado, quien indicó que Cano García era un misionero de la iglesia evangélica a la que él asistía; habría estafado a otros miembros.

Explicó que confió en Cano García por todo el tiempo que lo conocía y porque se trataba de un pastor evangélico, además, le señaló que su aval era Dios. También reveló que otros miembros de la iglesia también fueron estafados por el mismo pero que no se atrevían a denunciar.

“A otros miembros de la iglesia también les ha sucedido lo mismo, pero ellos no quieren denunciar porque dicen que la iglesia luego los va a juzgar”, manifestó la esposa de Tito Huapaya.
El afectado agregó que desde hace cuatro meses que ha entregado una suma de casi 24 mil soles, hasta ahora no ha recibido ni un dólar. Tito Huapaya y su esposa exigieron la devolución del dinero, pero que éste les respondió que tengan fé.

Por otro lado, Cano García, le pidió a la familia reclamante que tenga paciencia, pues asegura que se les devolverá el dinero a fin de año. Según él, los promotores de Telexfree han denunciado la estafa a todas las personas afectadas, y por ello, se resolverá.

Otro caso en Juliaca
Un grupo de personas secuestró a Vladimir Luque Paredes (37), promotor de la empresa "Telexfree Internacional", organización acusada de estafar a cientos de personas con el cuento de publicidad por Internet. Pretendían recuperar su inversión, ya que la multinacional está en bancarrota.
Según la Policía, Vladimir fue retenido en una camioneta la tarde del jueves. Los plagiarios le exigían más de 128 mil dólares como reembolso al monto que perdieron.

Ayer a las 9.30 horas el acusado accedió a entregarles el dinero en un banco, pero por el nerviosismo de los raptores los miembros de seguridad activaron la alarma. 
Personal de Radio Patrulla capturó a Ismael Sacaca Zamata (27), y el resto de personas huyeron del lugar. Mientras el retenido denunció el secuestro ante la Seincri.
Sacaca dijo a la Policía que participó en el plagio porque quería recuperar 5 mil dólares que invirtió en esa empresa

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Francia: Ex presidente Sarkozy derogaría la ley del matrimonio homosexual si vuelve al poder


El pastor José Linares presidente de Ciprofam Internacional, anuncio hace unas semanas: "Tengo el compromiso del ex presidente francés Nicolas Sarkozy, si llega al poder derogaría la ley del "matrimonio" gay".
FRANCIA.-(AGENCIALAVOZ)  Luego de una exitosa convocatoria organizada por la Coalición pro familia pro vida (CIPROFAM)  quien lidera el Dr. José Linares quien es líder principal de la organización conservadora, reunió al ex presidente francés Nicolás Sarkozy junto a líderes pro familia en un mitin anoche donde, Sarkozy planteó abolir la conocida como "ley Taubira", que regula el matrimonio homosexual después de haber propuesto hasta el momento una "reescritura" de la norma, promulgada en mayo de 2013 entre grandes aplausos de los militantes.  "Si preferís que digamos derogar la ley Taubira para hacer otra, aunque quiera decir lo mismo (...), no cuesta nada llamarlo así", dijo, en respuesta a los militantes pro familia que le pedían a voz en grito la "derogación".
La ausencia del pastor Linares en Francia se debió a su larga permanencia en Chile
Linares  ha manifestado enérgicamente que “Francia debe tomar el Poder y echar a los tiranos de la dictadura gay”. “No debemos claudicar ante el imperio de la inmoralidad”. El ex presidente de la República Sarkozy ahora cuenta con el apoyo de lo pro familia, ahora se prepara aspirar a liderar su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en las elecciones primarias que se celebrarán a finales de noviembre y que le enfrentarán a otros dos candidatos, aunque todavía no ha aclarado si ese es un primer paso para presentarse a las presidenciales de 2017.

Sarkozy todavía cuenta, según los sondeos, con un amplio apoyo dentro de su formación. Tras mencionar en el mitin la necesidad de una "reescritura completa" de la ley del matrimonio entre parejas del mismo sexo, Sarkozy rectificó sobre la marcha para defender su abolición. Decenas de miles de personas han salido a las calles de París en el último año para pedir la revocación del matrimonio homosexual convocados por lo pro familia.


Dejó la masonería porque no encontraba a Dios



FRANCIA.-(AGENCIALAVOZ) Un libro-testimonio sobre la masonería, escrito por un antiguo masón, está dando mucho que hablar en Francia: J´ai frappé à la porte du Temple [Llamé a las puertas del Templo]. "Se ha atrevido. Ha osado escribir sobre lo que nadie habla, sobre lo que a menudo se oculta. Corriendo el riesgo de levantar el velo sobre la masonería, aportando un testimonio. Su testimonio", introducía el pasado 2 de octubre L´indépendant.

Su autor es un francés nacido en Marruecos en 1954 y de origen español, andaluz para más señas. Serge Abad-Gallardo, casado y con dos hijos, vino al mundo en una familia "católica, pero poco practicante", que tras la independencia del reino alauita se asentó en Francia en 1961. Con ello, su padre, contable de profesión pero también boxeador de alto nivel, pudo convertirse en campeón de Francia en 1951, y al año siguiente en campeón de Europa.

Finalmente sus padres se instalaron en Bastia (Córcega) en 1966, donde realizó sus estudios secudnarios. En Marsella se licenció en arquitectura y empezó a ejercer como profesional liberal. Luego se incorporó a la función pública, con distintos cargos técnicos en Bastia, en Guayana, en la región de París, en la Costa Azul y, actualmente en Narbonne (Aude), donde trabaja en el área de urbanismo.

Pero fue al inicio de su carrera como funcionario, a los 33 años de edad, cuando un contacto profesional le llevó a ingresar en la masonería.

-¿Por qué ingresó en la masonería?
-Creo, simplemente, que me planteaba las mismas cuestiones que cualquiera sobre las razones por las que tenemos conciencia de estar en la tierra. Me pareció que la masonería podía tener respuestas. Además, me había alejado de la fe, en particular de la Iglesia. Y sobre todo creo que había en mí una cierta curiosidad por el "secreto masónico".

-¿Cómo fue el primer contacto y en qué obediencia?

-Fue una relación profesional, el gerente de una agencia inmobilaria, quien me propuso entrar en la masonería en 1988. Él tenía grado de oficial en una logia de Derecho Humano, que es una obediencia internacional y mixta. Yo me inicié en 1989, tras haber sido objeto de tres investigaciones y de las formalidades habituales.

-¿En qué consisten?
-Tres personas que tienen el grado de maestro se reúnen contigo y te preguntan sobre tu trayectoria personal, tus ideas filosóficas y socioeconómicas. Luego, si este paso es juzgado satisfactorio, se te invita al Templo masónico. Se te tapan los ojos, de forma que no ves ni las personas ni los lugares. Es entonces cuando debes responder a numerosas preguntas. Cuando te vas, los masones votan para aceptar o rechazar tu admisión. En mi caso, el voto fue unánime para aceptar mi candidatura. Luego pasé las pruebas de iniciación, que describo con precisión en mi libro J’ai frappé à la porte du Temple, parcours d’un franc-maçon en crise spirituelle (Téqui, París). No solamente cómo tienen lugar, sino cómo las viví yo.



-Un proceso muy selectivo, según narra...

-Las pruebas tienen lugar en el Templo y con los ojos vendados. Finalmente, tu padrino te quita la venda de los ojos y eres admitido entre los masones, con grado de aprendiz. Luego, al cabo generalmente de un año, pasas otras pruebas para convertirte en compañero. Entonces ya puedes hablar y participar activamente en los trabajos masónicos, porque como aprendiz, durante todo un año, estás obligado a un estricto silencio y se te encargan trabajos secundarios (poner y quitar los objetos del ritual para los trabajos, servir las comidas, lavar la vajilla, etc.). Un año después, pasas una nueva prueba para convertirte en maestro. Se trata, claro, de pruebas simbólicas.

-¿Son tan impresionantes como se dice los ritos de iniciacion?
-Eso depende de las obediencias. Pero el objeto mismo de la iniciación, y de otras ceremonias para pasar al grado de compañero, y sobre todo de maestro, es sacudir la imaginación. Y por tanto, de impresionar.

-¿Cómo?
-En el Gran Oriente de Francia hay momentos un poco inquietantes, como cuando ponen la hoja de un cuchillo sobre el brazo del candidato (que tiene los ojos vendados) y se abre una botella de éter para que sienta el olor y parezca más creíble el anuncio de la ceremonia de mezclar su sangre con la del Venerable Maestro. Evidentemente, no hay corte, y eso es ficticio: en el momento preciso una voz se alza para interrumpir la ceremonia de la mezcla de sangres. ¡Pero eso lo ignora el candidato hasta el último momento, y piensa que realmente le van a hacer un corte en el antebrazo!

-Eso en el Gran Oriente. ¿Y en Derecho Humano?

-La primera prueba de iniciación es bastante impactante: tienes los ojos vendados, la música es ensordecedora y angustiosa (como la de una película de terror), se te empuja brutalmente a andar de un lado a otro, y se te detiene también brutalmente. Se te hace beber un brebaje dulces, luego uno amargo, luego los dos… Todo se hace para provocar en ti una inquietud. Del mismo modo, la primera cosa que ves cuando se te levante la venda es una luz cegadora, e inmeditamente después, cuando los ojos se acostumbran... ¡las espadas de los masones apuntando hacia ti, diciendo que sus hojas amenazan a los traidores!



-¿Qué le gustaba de la masonería?

-La tarde de la iniciación, se te acoge con calor y fraternidad. Uno se siente honrado de formar parte de una sociedad secreta que te ha juzgado digno de estar entre sus adeptos. Más tarde, cuando te conviertes en maestro, conoces personas del ámbito político o administrativo que de otra forma jamás habrías conocido. Se tiene la impresión de formar parte de una élite de iniciados. También los símbolos son un objeto de estudio que puede parecer interesante.

-¿Hay un ambiente de libertad en las logias?
-En principio, la palabra es libre, y por tanto parece interesante poder expersarse libremente e intercambiar ideas. Pero pronto uno se da cuenta de que la palabra sólo es libre en el marco de lo que en mi libro denomino "la palabra masónicamente correcta". Es decir, uno no puede expresar fácilmente, y menos aún defender, convicciones direrentes a las sostenidas por la masonería (por ejemplo, sobre el matrimonio homosexual, la familia, el aborto, la eutanasia, etc.). Si eso sucede, uno queda enseguida en minoría, si es que no es objeto de burlas.

-¿Dónde queda entonces la fraternidad?

-La fraternidad resulta sobre todo de un sistema de influencia interna a fin de que algunos puedan acceder a ciertos poderes masónicos. Hay clanes. Por supuesto conoces también personas sinceras con quienes se pueden crear lazos de amistad.

-¿Qué era lo que menos le gustaba de la masonería cuando estaba dentro?
-Tanto en Derecho Humano como en el Gran Oriente, que también frecuenté, el anticlericalismo que existe en las logias. Se trata a veces incluso de cristianofobia.

-¿Otros masones lo experimentan de la misma forma?

-El pasado 4 de noviembre participé en un programa de Radio Courtoisie sobre la incompatibilidad entre el compromiso masónico y la fe católica, y una oyente llamó para decir que también ella había dejado la obediencia de Derecho Humano por el anticlericalismo que había encontrado.

-Y usted había entrado, sobre todo, por razones digamos "espirituales"...
-No encontré ninguna espiritualidad real en la masonería, y menos en los altos grados por encima de maestro.

-Supongo que usted ha leído el testimonio de Maurice Caillet, en Yo fui masón...
-Conozco muy bien a Maurice Caillet, con quien estoy habitualmente en contacto. Es un hombre fuera de lo común y de una gran valentía, y también de un gran rigor moral. Tengo un gran aprecio por él y por su esposa. Sé lo que él ha sufrido a causa de la masonería y cuáles han sido los problemas y amenazas que ha padecido.

-Él explica muy bien el funcionamiento de la hermandad entre los  masones para la promoción profesional. ¿Lo vivio usted también?
-Yo jamás utilicé directa y voluntariamente las redes masónicas para obtener promoción profesional. No va con mi carácter. Pero, por ejemplo, el puesto que ocupé en la Guayana me fue comunicado por un masón. Y el presidente de la institución que me empleaba era también masón. Yo no lo sabía. Por entonces yo tenía una firma "masónica". No hay duda de que ese presidente se dio cuenta y me escogió con preferencia a otros por mi pertenencia a la masonería. Desde que me contrató, me confesó su pertenencia al Gran Oriente de Francia.

-Es decir, la red funciona...
-En mis diversas funciones, fui requerido muchas veces por masones. Pero jamás entré en juegos de poder. Es una de las cosas que me decepcionaron de la masonería.

-¿Cuál es la estructura masónica, los famosos "grados"?

-Hay que diferenciar entre grados y oficios. En cuanto a los oficios, hay que tener el grado de maestro para ocuparlos. Cuando me convertí en maestro, rápidamente tuve puestos de oficial: Gran Experto, Maestro de Ceremonias, Segundo Supervisor, Orador, Venerable Maestro, etc. Si hablamos de grados, hay dos niveles: primero, las "logias azules", donde se encuentran los aprendices (1º grado), los compañeros (2º grado) y los maestros (3º grado; y segundo, los Altos Grados, que se supone son más espirituales, más esotéricos. Es a ese nivel donde se encuentra el aspecto más oculto de la masonería.

-¿Cómo se entra en ese nivel?
-No se puede pedir el ingreso en los Altos Grados. Al contrario, pedirlo es un riesgo cierto de que te rechacen. La única posibilidad es ser cooptado por masones que te juzguen digno de ello. Esos altos grados se reparten entre el 4º y el 33º, siendo los grados 31º, 32º y 33º puramente administrativos. El masón de 4º grado es pues superior, en el plan iniciático, a un maestro que sólo esté en el tercer grado. El 4º grado es el de "maestro secreto".

-¿A qué nivel llegó usted?
-Dimití tras unos años de integrar los altos grados, cuando había alcanzado hacía algún tiempo el 12º y debía pasar al 14º. Sus nombres son totalmente ridículos, pero  significan el aspecto hermético de la masonería: 4º, Maestro Secreto; 5º, Maestro Perfecto; 6º, Secretario Íntimo; 7º, Preboste y Juez; 8º, Intendente de la Construcción; 9º, Maestro Elegido de los Nueve; 10º, Ilustre Elegido de los Quince; 11º, Sublime Caballero Elegido, 12º, Gran Maestro Arquitecto... Me faltaban casi 18 grados para alcanzar el grado 30. Estaba pues haciendo mi camino en los altos grados.



-¿Es cierto que los grados inferiores ignoran quiénes son los grados superiores?
-Como usted dice, los masones de grados "inferiores" no saben nada sobre los grados "superiores". En efecto, los masones que están en los grados inferiores (en las logias azules) no saben quién está en los Altos Grados, ni cuáles son sus símbolos o la naturaleza de sus trabajos. E incluso cuando formas parte de esos Altos Grados, no sabes quién, dentro de ellos, está por encima de ti. En este punto, la masonería tiene un funcionamiento muy estanco y cultiva el "secreto dentro del secreto".

-¿No enrarece eso el clima?
-Tienes la sensación de estar siendo constantemente observado por personas que te "juzgan" o valoran tu capacidad para pasar a un grado superior. Pero tú no conoces las "reglas del juego", porque los contenidos de los grados superiores, desde que eres aprendiz, jamás se te comunican antes de que accedas a ellos.

-¿Por qué decidió dejar la masonería?

-Creo que se trató sobre todo de una experiencia de fe. Es verdad que había ciertas cosas que no me gustaban en la masonería. Pero no existe ningún grupo humano ni de ideología que sean perfectos. Sólo Dios es a la vez perfecto e infinito. No hay que olvidar que somos imágenes suyas, aunque muy imperfectas. En realidad, mi decisión de abandonar la masonería y mi retorno a la fe están vinculados. Dimití, sobre todo, porque me di cuenta de que no podía buscar a Dios en la masonería. Y luego está, claro, la cuestión de Cristo.

-¿A qué se refiere?
-El Cristo que invocan los masones no es para nada el Cristo de los cristianos. Para ellos es un sabio, un filósofo, como mucho un gran iniciado (¡!). Mientras que, para los cristianos, Él es Dios encarnado, muerto en la Cruz para salvarnos. Sólo cuando comprendí, primero intuitivamente, luego con mi inteligencia, y luego con mi corazón y mi espíritu, que el camino masónico era incompatible con mi relación con Cristo, o que constituiría un obstáculo en el camino que Él me pedía seguir, decidí dimitir.

-¿Sufrió algún tipo de amenaza cuando abandonó la masonería?
-No exactamente. No puedo decir que me hayan amenazado. Maurice Caillet cuenta que a él, sí. Y una mujer, autora de un libro sobre la masonería que cito en el mío, dice que ha sufrido amenazas físicas. En cuanto a mí, ¡ya veremos en el futuro! Por el momento, lo que sí puedo asegurar es que todos los masones que conocía me han dado la espalda. Ni uno me llama por teléfono. Algunos me evitan por la calle. Lo lamento sinceramente, y oro por ellos. Sólo mantengo contacto con tres o cuatro con quienes tengo lazos de amistad, más que masónicos. ¡Veremos si dura !

-¿E insultos?

-Insultos, sí, en ocasiones muy virulentos, por parte de algunos masones. Lo que más molesta a los masones es la publicación de mi libro y las conferencias que estoy pronunciando. Esto confirma que no es fácil expresar con comodidad una opinión contraria a la doxa masónica. Significa igualmente que mi libro dice verdades que molestan realmente a la masonería.

-¿Intentaron disuadirle de que se fuera?
-Algunos hermanos y hermanas de los Altos Grados me pidieron que reflexionara antes de irme, e intentaron convencerme de que me quedase. Tuve discusiones francas y serenas con ellos, pero me era imposible quedarme en la masonería. La llamada de Cristo era demasiado fuerte, y los dos caminos demasiado incompatibles.

-¿No es compatible la pertenencia a la masoneria con ser cristiano?
-Si uno es totalmente sincero, no se puede en absoluto ser masón y cristiano, y menos un cristiano. Explico en mi libro, y aún más en mis conferencias, mediante numerosos ejemplos tomados del ritual y de la filosofía masónicos, las razones de esta incompatiblidad.

-¿Qué razones doctrinales hay para esa oposición?
-Un ejemplo: para la masonería, la Verdad es subjetiva, cambiante, contingente, inmanente y construida poco a poco por el ser humano. Para la Iglesia, la Verdad es objetiva, definitiva, establecida, trascendente, esencialmente divina. Ahora bien, no se puede creer en dos versiones antinómicas de la Verdad. No se puede tener fe en una cosa y en su contraria: o la Verdad viene de los hombres, o viene de Dios.

-Antes mencionaba usted también discrepancias en temas morales...
-Sí, es otro caso: la masonería no reconoce una moral divina. No hay ninguna referencia a la ley natural en la masonería. La moral es cultural, social y cambiante. Mientras que la Iglesia reconoce la moral y la ley naturales en cuanto que vienen de Dios. Para la Iglesia, hay una definición precisa del Bien y del Mal. No así para la masonería, para quien son dos ideas cambiantes. Además, los fundamentos filosóficos de esta antinomia tienen implicaciones prácticas que hacen imposible la "doble pertenencia", como el aborto, el divorcio, el matrimonio, etc. Sobre este último punto, por ejemplo : para la Iglesia el matrimonio es un sacramento eterno. Para la masonería, es una unión revocable.

-Es conocida la influencia de la masonería en la política francesa. ¿Hay mucha diferencia segun quién gobierne?

-En principio, no hay diferencia política entre derecha e izquierda en relación a la masonería. Pero, en la práctica, es evidente que la masonería, en Francia, tiene una referencia muy escorada a la izquierda. También actúa en la derecha, pero de manera más discreta y, sobre todo, menos eficaz.

»Por ejemplo, en mi libro demuestro que los dos gobiernos franceses bajo la presidencia de François Hollande, el de Jean Marc Ayrault y el de Manuel Valls, incluyen un número anormal e increíblemente alto de masones. Ahora bien, son precisamente estos gobiernos los que han traído las leyes sobre el matrimonio homosexual, el intento de imponer la ideología de género en las escuelas, y el debate sobre las madres de alquiler. O la transformación de la laicidad en secularización de la sociedad. Todo induce a pensar, en efecto, en una importante infuencia real de las ideas masónicas en la vida política. Porque esas ideologías nacen de las ideas de la masonería, que está en una especie de "revolución social permanente".

-¿Y eso lo reconocen los masones?

-Vincent Peillon, ex ministro socialista en el gobierno Ayrault, explica claramente en sus escritos y entrevistas hasta qué punto el ideal masónico, sobre todo desde principios del siglo XX, está en el origen del envío de maestros a la Francia rural, con el fin de oponerse a los sacerdotes y fundar una ideología relativista con un fondo de anticlericalismo. También lo dice, sin ambigüedad alguna, Paul Gourdeau, antiguo gran maestre del Gran Orietne de Francia, a quien cito en mi libro: para la masonería, se trata de un combate contra la fe cristiana. ¡Para la masonería, no se trata de una cuestión de detalle, sino de una visión global de la sociedad !

-Por último, ¿ha encontrado en la Iglesia la respuesta a sus inquietudes?
-Para ser totalmente claro, yo no tenía inquietudes. Si simplemente hubiese tenido una inquietud existencial, habría podido ser colmada por la labor o el ritual masónicos, o ¿por qué no ? por una sencilla psicoterapia. No es eso: yo buscaba. Buscaba a Dios. Que nuestra presencia en la tierra resulta de la voluntad de nuestro Creador, eso es una evidencia. Pero hay que saber qué poner bajo esa palabra. Incluso Jacques Monod, premio Nobel e inventor de la teoría del Azar o la Necesidad como explicación de la vida, reconoció que la complejidad de la vida era tal que no podía ser resultado sólo del azar, y todavía menos de la necesidad.

-¿Y encontró a ese Dios?
-Para mí, la cuestión era saber si ese Creador es el dios de los masones, es decir, el Gran Arquitecto del universo, una especie del Relojero de Voltaire, un principio indefinido... o bien el Dios Todopoderoso, a la vez "Elohim el Creador, Yahvé el Dios amante, Adonaï el Dios Todopoderoso". Es decir, el Dios de los cristianos: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Encontré que Dios no es un vago principio. Es ante todo un Dios personal, a quien me puedo dirigir, que escucha mis oraciones, a quien adoro, y que nos ama hasta el punto de haber descendido a la Tierra para morir en la Cruz por nuestra redención.

»Lo que encontré en la Iglesia, que no se puede encontrar en la masonería, es el camino que lleva a Dios: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí" (Jn 14, 6). Ésa es la Verdad esencial que Jesús nos trae y que la masonería nos quiere negar. El objetivo explícito de la masonería es prometer a todos la felicidad en la tierra. Soy testigo de que fracasa en ese objetivo.

-Y usted, ¿es feliz?
-Para responder a su pregunta: sí, soy feliz. Pero no en el sentido en el que lo entendería la masonería. Porque soy feliz como se es feliz cuando uno se sabe real y auténticamente amado. Amado por Dios. Como es el caso de todos los hombres y de todas las mujeres. ¿Cuándo querrán unos y otras abrir su corazón al Señor?

 
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