miércoles, 12 de septiembre de 2007

Las Mega Iglesias grandes, me preocupan


Escrito por Ps José Linares Cerón


Casi siempre que la Biblia usa la palabra iglesia, es para referirse a una pequeña comunidad de fe. Digamos que se refiere a una asamblea de 3 a mas personas, que se reúne para alabar a Dios, estudiar juntos el mensaje de sagrada inspiración. Y todo esto se hace para crecer en la santidad del amor, pues Dios es amor, y el fin de toda disciplina cristiana es poder amar como Jesús amó. Las grandes congregaciones básicamente captan miembros que han nacido a la vida cristiana en comunidades más pequeñas. Es decir, las comunidades que mejor realizan la comisión de nuestro Señor Jesucristo, de hacer discípulos, son las pequeñas, sobretodo si se encuentran en sus primeros cinco o diez años de existencia. Las comunidades cristianas que empiezan, enfatizan en el ir y hacer discípulos de Jesucristo, pero después de algunos años, el énfasis es en el “vengan”, colocando el evangelismo al servicio de la reputación y respetabilidad del pastor. Si la Iglesia crece, el pastor se torna famoso, importante y hasta rico. Si la iglesia no crece, dicen que en ese lugar no está Dios, o que ese pastor es un grandísimo pecador. En América latina son famosas las iglesias multitudinarias. Algunas congregan cerca de cien mil personas cada domingo. Que pasen de mil, hay muchas. En el mundo es famosa una iglesia en Corea donde cada domingo se congregan cerca de un millón de personas. La de Corea es la meca para muchos pastores latinoamericanos, que la visitan por lo menos una vez en la vida, para aprender de su éxito y estrategia. Algunos textos de la Biblia parecen apoyar el ideal de iglesias multitudinarias. Las primeras predicaciones del apóstol Pedro, descritas en el libro de los hechos, fueron tremendamente “exitosas”. La Biblia dice que cuando Pedro después de Pentecostés predicó, “los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. (Hc.2:41-42 ) Pero por logística se puede inferir que todas estas personas sólo podían congregarse en las casas y en grupos pequeños, pues no hubieran encontrado un lugar para reunir tanta gente al mismo tiempo. Los grandes templos se empezaron a construir unos cuatrocientos años después. Pero además la historia de la primera iglesia en Jerusalén no termina en las multitudes victoriosas, ya que luego se desató una persecución donde muchos cristianos murieron. La mayoría fue desplazada por la violencia, y vivieron errantes, perseguidos y anónimos en las provincias del imperio.
Cuando el emperador Constantino “se hizo cristiano” a mediados del siglo tercero, la iglesia se convirtió en oficial, poderosa, mayoritaria y consecuentemente perdió su ser la sal y la luz de la tierra. Surgieron los grandes templos y después la famosas e inmensas catedrales góticas. Este fenómeno se conoce como constantinización de la iglesia. Siempre la comunidad apostólica se consideró así mismo manada pequeña (Lc 12:32 En todo lo anterior Dios siempre ha sido claro. Escogió en Abraham, al pueblo de Israel, no por ser un pueblo importante, grande o destacado, pues era “el más insignificante de todos los pueblos” (Dt7:7), sino que lo escogió Dios porque quiso precisamente guardar una promesa (Dt.26:5). Siempre quiso Dios que su pueblo viviera de la promesa y de la fe, y no de la confianza en su propia fuerza. “Los cristianos nos gozamos en debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando somos débiles, entonces somos fuertes” (2Cor12:10), ya que el poder de Dios se perfecciona en la debilidad humana. Tal vez el evangelio que mas destaca esta faceta tan esencial, es el evangelio de san Mateo. “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18:20
La puerta que conduce al cielo siempre se distingue por ser puerta angosta. “Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo hallan.” (Mt. 7:13-14) El mundo actual se guía por encuestas. Los predicadores exitosos están prestos a hablar lo que la gente quiere oír. La oferta y el supermercado religioso son amplios. Aquí está el que ofrece milagros, allá el que ofrece un show, allí está el que te predice el Milagro financiero siempre que oferte mas dinero que otros y más allá el que te promete prosperidad. Otros te ofrecen el paquete completo más alguna novedad.
En Perú la iglesia sufrió persecuciones en épocas del terrorismo, en lo personal cuantos amigos míos he visto partir. Recuerdo que tenia la iglesia mas grande en la zona sur lima en el año 1984 Alrededor 600 miembros activos teníamos y un liderazgo fuerte suficiente para seguir avanzando, pero el señor me llamo hacer misiones en campos llamados blancos difíciles, lleve a mis mejores ministros acompañarme a llevar amor en medio del odio, se vivía en esa época de Guerra y terror. El grupo que me acompaño en esos años solo sobreviviendo 3 incluyéndome a mí y con muchas cicatrices en mi cuerpo, con herirás de balas en mi cuerpo, pero puedo decirle mi amigo lector fueron días donde he sido testigo de las maravillas de Dios; hemos visto milagros prodigios y en el campo Dios siempre estaba pendiente de nosotros. En lima el nuevo pastor descentralizo la iglesia y al no contar con sus mejores obreros, las otras iglesias supuestos emergentes vinieron a pescar en nuestra iglesias dividiéndola en pocas palabras fueron a pescar en peceras y no en el mar. pero muchos ministros de América latina conocemos a las mega iglesias que crecieron dividiendo a las congregaciones pequeñas.
conocí a mucho no creyentes en plena campaña electoral en mi pais y muchos recibiendo a Jesús en su corazones, Dios me dio la oportunidad de ministrarlos a pesar ajustado de tiempo que me encuentro, una cosa es predicar cumplir la gran comision y otra es alimentarlos velar por ellos. bueno el señor me dijo, yo necesito en estos ultimos tiempos hombre y mujeres ocupados, para desarrollar una efectiva evangelizacion en estos ultimos tiempos postredos , inmediatamente convoque a colaboradores, empezamos a trabajar para crezcan los nuevos creyentes en su vida espiritual.
En lo personal yo prefiero las iglesias pequeñas. Allí todos somos conocidos. Somos mas iguales. Allí importan las historias que hay detrás de cada rostro.Soy consiente que la obra del señor esta creciendo maravillosamente a pasos grandes y que debemos invertir en capacitar a nuestros lideres, mejorar su capacidad económica y tengamos una iglesia grande o pequeña que la sociedad vea el amor de Dios. Pero no perdamos la sencillez que Dios quiere de nosotros. Los títulos, las organizaciones que fundemos o representemos no nos hace mejor que nadie, nunca olvide que somos siervo. Estamos para servir y no para ser servidos


Ps José Linares Cerón preside Fraternidad Iglesias Misioneras Cristianas da cobertura Espiritual a 126 iglesias en el Perú, Es presidente fundador del Microbanco de fe entre otra organizaciones.

 
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