( AGENCIALAVOZ) El proyecto "Patea afuera la violencia" prevé facilitar entradas para que los chicos asistan a los estadios y ocupen los asientos que antes eran utilizados por los fanáticos. ¿Podría aplicarse en Argentina?
El paisaje de fondos vacíos en los estadios de fútbol de la Serie A italiana por la nueva ola de violencia puede tener fin con la ayuda de los niños, según una iniciativa para terminar con los "hooligans". El proyecto "Patea afuera la violencia" es promovido por el Foro de Solidaridad de Lombardía y fue presentado al público en Milán. La campaña se centra en los niños de edad escolar con apoyo de la policía local, el Ministerio de Deportes, los clubes locales -Inter y Milan- y varias organizaciones ciudadanas. Entre enero y junio, los alumnos se reunirán con oficiales de la policía en el estadio Giuseppe Meazza y visitarán el museo de los dos grandes clubes milaneses. Ya se llevaron a cabo otras iniciativas que involucran a los niños en el "Meazza" y otros estadios, donde sectores antes ocupados por violentos fanáticos ahora son reservados para menores. Los proyectos siguen los ejemplos de otros países como Gran Bretaña y Alemania, donde el fútbol de primera división se ha convertido en un entretenimiento familiar al que muchos padres asisten con sus hijos. En Italia, el Ministerio del Interior ha prohibido a los fanáticos de la Juventus asistir al partido del próximo sábado contra el Milan, limitando la venta de boletos sólo a residentes de la provincia de Milán. También se prohibirá el acceso de hinchas visitantes a los partidos del domingo Fiorentina-Inter, Torino-Génova y Catania- Palermo. El choque del Atalanta contra el Napoli se jugará a puertas cerradas. El incidente grave más reciente con los "hooligans" italianos tuvo lugar el 11 de noviembre con el asesinato accidental de un fanático de la Lazio por parte de un policía. Los hinchas atacaron a agentes policiales en Milán y Roma, donde se cancelaron los partidos Inter de Milán-Lazio y Roma-Cagliari, mientras que el juego entre Atalanta y Milan fue suspendido cuando fanáticos dañaron una barrera de vidrio. Controversia por la medida"Estas son las decisiones y deben ser respetadas", declaró el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, sobre la no presencia de hinchas de la Juve el sábado en casa del equipo "rossonero". "Lo lamentamos, pero esperamos que ayude". Una crítica un poco más fuerte llegó del presidente de la Juve, Giovanni Cobolli Gigli, quien no debatió la decisión del gobierno pero que dijo que no creía que sus fans hubieran cometido grandes disturbios. El partido en Catania será supervisado detalladamente ya que el estadio Massimino albergará un clásico siciliano que en la última temporada, el 2 de febrero, se selló con la muerte de un policía por disturbios con fanáticos locales. "Cerrar los fondos (de los estadios) es una muy mala señal, pero había que hacerlo", admitió el seleccionador italiano, Roberto Donadoni, quien nació cerca de Bergamo y comenzó su carrera futbolística en Atalanta. Donadoni consideró que los incidentes durante el partido entre Atalanta y Milan "fueron un mal capítulo en la historia de Bérgamo, y debe ser duramente condenado, pero no borren todas las cosas buenas que fueron logradas en el pasado". La condena de la Unión Europea a la violencia en el fútbol tendrá asimismo su lugar en la reunión de hoy y mañana en Bruselas. Franco Frattini, vicepresidente de la Comisión Europea, escribió en su página web que espera que el encuentro ayude a liberar al fútbol de la violencia. Frattini subrayó "los cambios en las raíces y los objetivos de la violencia en el deporte". "Antes estaban confinados a los estadios y los actores del evento (equipos, fanáticos, árbitros". "Ahora es una verdadera escuela de violencia ideológica y política, con tonos racistas y xenófobos, que usa eventos deportivos como una ocasión para chocar en su mayor parte con la policía en los alrededores del estadio y en toda la ciudad", señaló.
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