TORONTO.- ( AGENCIALAVOZ ) Prevenir lesiones cerebrales en los recién nacidos o la aparición de trastornos como el bocio es tan sencillo como tomar una pizca de sal yodada al día. Sin embargo, un 30% de los hogares del mundo sigue sin tener acceso hoy en día a este alimento.
Para remediarlo, un grupo de expertos en deficiencia de yodo acaba de hacer un llamamiento internacional. Su objetivo es promover el suministro de sal con yodo en todos aquellos países en los que este bien sigue siendo escaso.
Según los datos de la Red para la Eliminación progresiva de la deficiencia de yodo, un comité miembro de a ONU, que se reunió esta semana en la sede de Naciones Unidas en Nueva York (EEUU), en las últimas dos décadas se han producido grandes avances en el acceso a este condimento; sin embargo, desde 2002, se ha registrado una disminución de su extensión.
"El impacto estimado de la deficiencia de yodo afecta a entre un 20% o un 25% de los niños en países en vías de desarrollo (...). La buena noticia es que todos los trastornos que provoca esta deficiencia son fácilmente prevenibles a bajo coste asegurando la ingesta adecuada de yodo a través de la adición de pequeñas cantidades en la sal", explica Alan Court, al frente de este comité de expertos. El yodo se encuentra de forma natural en alimentos como verduras tras ser transferido desde el suelo; sin embargo, en los últimos 100 años, debido a la deforestación e industrialización, la mayoría de los productos han perdido este componente. La falta de yodo durante la gestación o en los primeros años de vida puede provocar lesiones cerebrales que se pueden traducir en la pérdida de unos 10 puntos del coeficiente intelectual.
Presente en el 70% de los hogares
Según sus datos, la sal yodada llega hoy en día al 70% de los hogares, una cifra que ha aumentado en un 20% desde los años 90. Esto ha evitado que unos 84 millones de bebés al año nazcan con problemas, por lo que este organismo reclama urgentemente medidas para alcanzar una cobertura del 100%.
Este organismo señala como áreas principales de acción a 20 países entre los que citan a Afganistán, Angola, Bangladesh, Bolivia, China, India, Paquistán, Sudán, Ucrania o Vietnam. Su meta es conseguir que en el año 2010, los 1.600 millones de personas que siguen sin tener acceso a la sal yodada puedan consumirla habitualmente.
Por otro lado, la 'Iniciativa Micronutriente', un centro especializado en nutrición con sede en Canadá, también ha reclamado esta semana la extensión global del acceso a la sal yodada.
Su presidente, Venkatesh Mannar, ha recordado que la falta de yodo durante la gestación o en los primeros años de vida puede provocar lesiones cerebrales que se traducen en la pérdida de unos 10 puntos de coeficiente intelectual.