18:28:00
Miami, FL-. ( AGENCIALAVOZ.COM) Se acerca la Navidad, una de las fiestas más importantes del Cristianismo que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén y Su propósito de salvación.
Para referirse a la Navidad los angloparlantes utilizan el término Christmas, que significa ‘misa (mass) de Cristo’.
Para referirse a la Navidad los angloparlantes utilizan el término Christmas, que significa ‘misa (mass) de Cristo’.
En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnacht, que significa ‘noche de bendición’. Pero aunque varíe el término que utilizamos para referirnos a la Navidad, el propósito de esta celebración es el mismo: conmemorar la encarnación de Dios en la persona de Jesús.
La mayoría de los cristianos esperan ansiosos esta fecha tan especial, pero existen muchos cristianos y no-cristianos que no celebran la Navidad argumentando que es una fiesta pagana. Pero lo cierto es que como afirma el Dr. Herberto Becerra, pastor de la Primera Iglesia Bautista Hispana de Plantation, “ninguno de los aspectos relacionados con el nacimiento de Jesús tiene carácter pagano”.
En un estudio bíblico realizado recientemente en su iglesia, el Dr. Herberto Becerra expresó que «los inconversos se aprovechan de la Navidad para acrecentar su economía y para comer y beber. Pero hay un hecho real; la Navidad proclama un mensaje a todo ser humano: le dice que Jesucristo nació en Belén. Que un ángel del cielo se presentó a unos pastores y les dijo: ‘Os doy nuevas de gran gozo… que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor’».
¿Cómo surgió esta celebración?Algunas iglesias comenzaron a conmemorar el nacimiento de Jesús a partir del siglo II. Unas lo celebraban el 25 de diciembre, otras el 6 de enero, el 2 de febrero o el 25 de marzo. Y en otras religiones se conmemoraba el 20 de mayo, o el 29 de septiembre.
Se estima que fue Clemente de Alejandría, que nació alrededor del año 150 de la era actual, el que pidió que se fijase una fecha para celebrar el nacimiento de Jesús. Pero fue San Cirilo, obispo de Jerusalén, quien le pidió al Papa Julio I que impusiera la fecha del 25 de diciembre.
Para aprobar la petición del Obispo Cirilo, el Papa Julio I, encomendó a un grupo de cristianos destacados en aquella época, que investigaran hasta donde les fuera posible la fecha del nacimiento de Jesús. La comisión, luego de varios estudios dictaminó que la fecha del 25 de diciembre era la más acertada, y la decisión fue aceptada por las iglesias del occidente de Europa; pero las iglesias de la región oriental continuaron celebrando el nacimiento de Jesús el 6 de enero.
¿Tiene importancia el día en que nació el Salvador?Actualmente la mayoría de los cristianos celebran la Navidad el 25 de diciembre, pero es lo que conmemoramos y no la fecha en sí lo debe tener relevancia en la vida del cristiano. Pues como afirma el pastor Becerra, “la realidad es que Jesús nació en Belén de Judá. Si el acontecimiento tuvo lugar el 25 de diciembre o el 29 de julio, la fecha no le quita ni le añade al propósito por el cual Jesús nación en Belén. Lo que importa es el propósito, no la fecha en sí”. Y agrega que en la Biblia no se menciona directamente que Jesús haya dispuesto que se conmemora su nacimiento, sino su muerte redentora que nos dio la salvación (Juan 3:16).
Por tanto, en esta Navidad aprovechemos para contarle a un familiar o un amigo la historia de la Navidad, de la encarnación Dios en Belén para darnos libertad.
La mayoría de los cristianos esperan ansiosos esta fecha tan especial, pero existen muchos cristianos y no-cristianos que no celebran la Navidad argumentando que es una fiesta pagana. Pero lo cierto es que como afirma el Dr. Herberto Becerra, pastor de la Primera Iglesia Bautista Hispana de Plantation, “ninguno de los aspectos relacionados con el nacimiento de Jesús tiene carácter pagano”.
En un estudio bíblico realizado recientemente en su iglesia, el Dr. Herberto Becerra expresó que «los inconversos se aprovechan de la Navidad para acrecentar su economía y para comer y beber. Pero hay un hecho real; la Navidad proclama un mensaje a todo ser humano: le dice que Jesucristo nació en Belén. Que un ángel del cielo se presentó a unos pastores y les dijo: ‘Os doy nuevas de gran gozo… que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor’».
¿Cómo surgió esta celebración?Algunas iglesias comenzaron a conmemorar el nacimiento de Jesús a partir del siglo II. Unas lo celebraban el 25 de diciembre, otras el 6 de enero, el 2 de febrero o el 25 de marzo. Y en otras religiones se conmemoraba el 20 de mayo, o el 29 de septiembre.
Se estima que fue Clemente de Alejandría, que nació alrededor del año 150 de la era actual, el que pidió que se fijase una fecha para celebrar el nacimiento de Jesús. Pero fue San Cirilo, obispo de Jerusalén, quien le pidió al Papa Julio I que impusiera la fecha del 25 de diciembre.
Para aprobar la petición del Obispo Cirilo, el Papa Julio I, encomendó a un grupo de cristianos destacados en aquella época, que investigaran hasta donde les fuera posible la fecha del nacimiento de Jesús. La comisión, luego de varios estudios dictaminó que la fecha del 25 de diciembre era la más acertada, y la decisión fue aceptada por las iglesias del occidente de Europa; pero las iglesias de la región oriental continuaron celebrando el nacimiento de Jesús el 6 de enero.
¿Tiene importancia el día en que nació el Salvador?Actualmente la mayoría de los cristianos celebran la Navidad el 25 de diciembre, pero es lo que conmemoramos y no la fecha en sí lo debe tener relevancia en la vida del cristiano. Pues como afirma el pastor Becerra, “la realidad es que Jesús nació en Belén de Judá. Si el acontecimiento tuvo lugar el 25 de diciembre o el 29 de julio, la fecha no le quita ni le añade al propósito por el cual Jesús nación en Belén. Lo que importa es el propósito, no la fecha en sí”. Y agrega que en la Biblia no se menciona directamente que Jesús haya dispuesto que se conmemora su nacimiento, sino su muerte redentora que nos dio la salvación (Juan 3:16).
Por tanto, en esta Navidad aprovechemos para contarle a un familiar o un amigo la historia de la Navidad, de la encarnación Dios en Belén para darnos libertad.
