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ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Hace una semana el mundo se sorprendía con el caso de Elisabeth Fritzl, una mujer violada y encerrada durante 24 años por su padre, con el que tuvo 7 hijos.Días después los medios franceses publicaron la historia de Lydia Gouardo, que vivió en las mismas condiciones que Fritzl durante 28 años.
A raíz de esta serie de casos, consultó a la psicóloga Cecilia Magnasco, quien explicó que la conducta del padre en estos casos responde a un "desorden de personalidad y perversión", y agregó que los casos de incesto son muy frecuentes, aunque “pocas veces se llega a ese nivel”.
El incesto es la práctica de relaciones sexuales entre individuos vinculados entre sí por consanguinidad (parentesco consanguíneo). Se trata de la relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio. A lo largo de la historia ha prevalecido la prohibición de este tipo de relaciones y se ha promovido la creación de vínculos de parentesco entre grupos sociales distintos.
A raíz de esta serie de casos, consultó a la psicóloga Cecilia Magnasco, quien explicó que la conducta del padre en estos casos responde a un "desorden de personalidad y perversión", y agregó que los casos de incesto son muy frecuentes, aunque “pocas veces se llega a ese nivel”.
El incesto es la práctica de relaciones sexuales entre individuos vinculados entre sí por consanguinidad (parentesco consanguíneo). Se trata de la relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio. A lo largo de la historia ha prevalecido la prohibición de este tipo de relaciones y se ha promovido la creación de vínculos de parentesco entre grupos sociales distintos.
Según la especialista, este tipo de abuso se da con frecuencia entre personas de clases medias y bajas, y el entorno familiar actúa como cómplice. “Esta situación está generalmente rodeada por un clima de agresión y amenazas que dificulta la resolución del problema”, dijo la psicóloga.
“El abusador es conciente del daño que provoca, pero no la víctima, ya que en general crece al lado de su agresor y confunde qué está bien y qué no lo está”, aclaró. “Además influye una relación de cariño que, indiscutiblemente, todas las mujeres establecemos con la figura paterna; nos cuesta más condenarlos”.
Aunque el incesto es culturalmente repudiado en las sociedades occidentales, un estudio publicado en 2001 por Isis Internacional, afirmó que el abuso de menores en Latinoamérica por parte de sus familiares alcanza el 37% en caso de las niñas y el 29% entre los niños.
