EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El activista La Verne Gray ve a los niños del barrio con camisetas con la foto de Barack Obama y el texto “Yo puedo ser presidente” y, al igual que muchos de los que participaron en la lucha por los derechos civiles que encabezó el líder estadounidense Martin Luther King, casi no puede creerlo.
Barack Obama se ha convertido en el primer afroamericano que participará en unas elecciones presidenciales, algo impensable para la población de color, el 12,5 por ciento de EE.UU., y para el reverendo Martin Luther King, que enarboló el ’sueño’ de igualdad.
En aquella época “aspirábamos a la elección de algún concejal, luego alcaldes, pero la expectativa de que hubiese un candidato presidencial negro (…) era algo que no ocurriría en varias generaciones”, dijo a Efe La Verne Gray, que en la década de 1960 participó en las campañas para el registro de votantes negros y la organización comunitaria.
Aunque las enmiendas XIV y XV a la Constitución de Estados Unidos aprobadas tras la Guerra Civil (1861-1865) reconocieron el derecho al voto de los (hombres) negros, las leyes de los estados en el sur y la violencia de bandas supremacistas blancas impidieron el registro de votantes de piel oscura por casi un siglo.
“Es asombroso”, añadió Gray en una conversación telefónica desde Baltimore (Maryland). “Al día siguiente (de que Obama proclamara su victoria), un barrendero negro en la calle me dijo: ‘Ya no nos sujetan las cadenas del pasado’”, comentó.
“Nunca, nunca creí que vería esto en mi vida: un hombre negro como candidato a la presidencia, y probablemente como presidente de Estados Unidos”, señaló el comentarista radiofónico Paul Harvey ante una audiencia emocionada en el teatro de Daughters of the American Revolution (DAR).
DAR es la misma organización que en 1939 negó su teatro a la contralto Marian Anderson. La entonces primera dama, Eleanor Roosevelt, rompió su asociación con DAR y organizó un recital para la vocalista negra ante el monumento de Abraham Lincoln.
“Esta es una ocasión histórica tremenda y no solo para Obama, sino para el país entero”, añadió Harrison, de 38 años y portavoz de la Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME por su sigla en inglés) en el Séptimo Distrito de Columbia, Carolina del Sur.
“Los chicos y las chicas que están ahora en la escuela primaria, en la secundaria, ven estas imágenes y sí, saben que algo ocurre, pero no le dan mucha importancia”, señaló a Efe.
“Empieza a aceptarse como normal, y eso es lo más grande, lo más importante para la nación”, consideró.
“Estoy muy feliz”, dijo a Efe Britney Mugg, quien cumple 18 años el próximo sábado y está lista para registrarse y votar en noviembre. “Es la primera vez que hay como candidato una persona de color en EE.UU.”
“Y Obama no es, exactamente, negro”, añadió la joven en Woodbridge (Virginia). “Él representa muchas culturas, y eso también es muy bueno, es algo que nos hará bien a todos”, complementó.
“Obama probablemente ha sorprendido al resto del mundo más que a los estadounidenses, porque ha mostrado que aquel ideal del ’sueño americano’ es real, es hoy una realidad”, declaró a Efe desde Portland (Oregon) Anthony Miller, un ex activista de los derechos civiles y ex editor de la agencia United Press Internacional.
“Me pasé toda mi vida adulta combatiendo el racismo”, añadió Miller, de 67 años y quien es blanco. “En todos estos años, yo y millones de mis contemporáneos bregamos por el sueño de Martin Luther King de que un afroamericano llegara a la presidencia de EE.UU. Estamos a mitad de camino”, sostuvo.
Joan Coles Howard, editora del periódico Minority Report en Rochester (Nueva York), está complacida con el éxito de Obama, pero se mostró cautelosa.
“Yo no lo idealizo, no le pongo una aureola de santo. Es un hombre, es un político”, afirmó.
La sexagenaria, cuyo padre fundó en 1932 el segundo periódico de esa ciudad, coincidió con la adolescente Mugg: “Obama no es solo negro, es mitad y mitad, mitad blanco mitad negro, ha estado expuesto a otras culturas, ha visto el mundo