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MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Los pulmones de China corren un serio peligro. El consumo de tabaco y el uso de combustibles sólidos atacan drásticamente al sistema respiratorio de sus habitantes. Entre 2003 y 2033, estos dos factores podrían ser responsables de 83 millones de muertes (65 por enfermedad pulmonar obstructiva crócnica o EPOC y 18 por cáncer de pulmón).
"Un 50% de los hombres chinos fuma y más del 70% de los hogares emplea combustibles sólidos, como la madera [...] o el carbón, para calentar y cocinar", apuntan los autores del estudio, procedentes de distintos centros estadounidenses y británicos. Debido a su omnipresencia, estos dos elementos son los que más contribuyen a elevar el riesgo de EPOC o cáncer de pulmón.
Por eso, Majid Ezzati, de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU), y su equipo aseguran que, si no se actúa, la cifra anual de muertes por estos dos trastornos del sistema respiratorio "es previsible que se duplique durante los próximos 30 años".
Diez millones de muertes inevitables
De los 85 millones de fallecimientos que podrían producirse si la situación continúa invariable, 67 se deberían al 'cocktail' mortal de ambos ingredientes. De estos, "unos 10 millones [...] ya son inevitables. Aunque en 2003 todos los fumadores ya lo hubieran dejado y los hogares hubieran comenzado a emplear combustibles limpios, persiste el efecto de estas exposiciones".
En cuanto a la tuberculosis, los expertos aclaran que, ya de por sí, se espera un marcado descenso de su incidencia en China, sin tener en cuenta el consumo de tabaco o la exposición al carbón en las cocinas. No obstante, añaden que si disminuyera la presencia de los dos factores mencionados no podrá sino beneficiar a los pacientes con la infección.
A tenor de estos datos, la recomendación de los autores del documento resulta clara: disminuir "moderada, agresiva o plenamente estas exposiciones durante las siguientes tres décadas, a través de mecanismos como los impuestos sobre el tabaco, la prohibición de la publicidad o el análisis del precio del combustible".
Y proponen: "un próximo paso sería organizar un diálogo político entre las agencias del sector económico, energético y sanitario de China. Así como llevar a cabo estudios [...] para medir la eficacia de combinar las actuaciones sobre los factores de riesgo y la detección y el tratamiento de la tuberculosis".
Un trabajo útil pero algo alarmista
Para los firmantes de un comentario adjunto, también aparecido en 'The Lancet', este trabajo resulta útil para conocer los nexos de unión de estas tres enfermedades. También es una buena herramienta para que el Gobierno sea más consciente de "la urgente necesidad de controlar el tabaquismo e impulsar el gas, como reemplazo del combustible sólido".
No obstante, Gong-huan Yang y Nan-shan Zhong, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China y el Colegio Médico de Guangzhou, se muestran algo críticos son los resultados obtenidos, ya que los consideran algo alarmistas.
"En vista de los cambios en el estilo de vida, la transformación de la vida rural a urbana [lo que conlleva un cambio en los combustibles empleados], la mejora en los tratamientos, así como los métodos de predicción, es difícil adivinar cuál será la imagen dentro de 30 años", apuntan los especialistas chinos.
Asimismo, el artículo de opinión destaca el papel que puede desempeñar el tabaquismo pasivo sobre las citadas patologías, que en esta ocasión ha pasado algo desapercibido. Por último, comentan que "el aumento de la prevalencia no significa un incremento en la mortalidad".
Y remarcan: "la tasa de mortalidad por EPOC ha disminuido en los últimos años, en los que el sistema sanitario se ha mejorado, el diagnóstico es más preciso y se ha comenzado a desarrollar nuevos fármacos".
