VATICANO-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Los homosexuales y los heterosexuales con dependencia del sexo no podrán ingresar a los seminariosde la iglesia católica, según las nuevas normas dispuestas por El Vaticano, que contemplan un test psicológico para determinar la personalidad del aspirante a cura.
Un documento publicado hoy por la Congregación para la Educación católica y destinado a los rectores de los seminarios, señala que el objetivo de la Santa Sede es advertir "las dependencias afectivas fuertes", "la identidad sexual incierta" y la "tendencia arraigada a la homosexualidad". "Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio", es el nombre del documento ordenado por el fallecido Juan Pablo II, preparado durante seis años y aprobado por el papa Benedicto XVI. El documento fue presentado por el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la mencionada Congregación, informó la agencia de noticias Ansa, y ya generó protestas de los defensores de derechos de homosexuales, que lo consideran discriminatorio.
Los que tengan una identidad sexual "incierta, tendencias homosexuales fuertemente radicadas o dificultad para vivir la castidad en el celibato no podrán ser sacerdotes", señala el texto. También advierte que la detección temprana de defectos psicológicos, "en ocasiones patológicos", antes de que los seminaristas se conviertan en sacerdotes ayudaría a evitar experiencias trágicas. Los rectores del seminario y otros responsables deberán confiar en expertos externos si no pueden llevar a cabo ellos estos exámenes. Los psicólogos que participan de la selección deberán contar con el consentimiento previo, libre y explícito del candidato a sacerdote. "La Iglesia tiene la obligación de discernir una vocación y la idoneidad de los candidatos para el sacerdocio", precisa este documento, el segundo de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano en tres años. "El ministerio sacerdotal requiere ciertas cualidades, además de virtudes morales y teológicas, que se apoyan en un equilibrio humano, físico y particularmente afectivo, de manera que permita que el sujeto adecuadamente predispuesto se entregue al celibato", apunta.
Otro párrafo destaca que "no basta con que (un aspirante a cura) fuera capaz de abstenerse de tener actividad sexual", sino que también se debe "evaluar su orientación sexual". Según la Iglesia Católica, debería impedirse entrar al sacerdocio si el examen psicológico "muestra que un candidato tiene dificultades en vivir la castidad, es decir, si el celibato es una carga demasiado pesada que comprometa su equilibrio afectivo y relacional". La Santa Sede distinguió entre tendencias homosexuales justificables y práctica de la homosexualidad condenada como pecado. Desde ahora, la homosexualidad no practicada es impedimento para el sacerdocio. Tras difundirse estas instrucciones, un grupo italiano que defiende los derechos de los homosexuales salió a criticarlo y lo calificó como discriminatorio y homófobo. El documento fue elaborado luego de que se destaparan escándalos desde el seno de la Iglesia Católica en diversas partes del mundo, en especial Estados Unidos, América Latina y Europa, por lo que la iglesia debió pagar altas indemnizaciones. Los casos de pedofilia puestos al descubierto llevaron a Juan Pablo II a disponer que se elaboren las medidas anunciadas hoy en la Santa Sede.