18:24:00
EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Con el propósito de combatir el “discurso de odio” contra la población inmigrante y apoyar una reforma migratoria que legalice a los 12 millones de indocumentados, líderes de 20 organizaciones religiosas de Carolina del Norte anunciaron que se unieron y formaron una coalición.
Ofrecer refugio
Integrada por al menos 300 líderes, clérigos y unos 650 seguidores, la Coalición de Religiosos para la Justicia de Inmigrantes de Carolina del Norte solicitó el martes a las “personas de fe” apoyar y proteger a los inmigrantes porque, dijeron, se trata de una “responsabilidad religiosa”.
“Es un deber amar a los extraños y ofrecer refugio a los inmigrantes, además de educar a la comunidad sobre los problemas que les afectan”, señaló la Coalición en un comunicado.
Enfatizó que “muchos funcionarios electos” han recurrido en sus discursos a la retórica de odio y trato inhumano hacia los inmigrantes, comportamiento que causa preocupación y alarma en el estado.
Diálogo respetuoso
“Debemos enfocarnos en tener un diálogo respetuoso, que cree un ambiente de bienvenida mientras se discute el tema migratorio a nivel federal”, resaltaron los integrantes de la Coalición.
El grupo condenó además las redadas que viene ejecutando el departamento de Seguridad Nacional (DHS) en centros de trabajo como única respuesta al problema de la inmigración indocumentada.
Estos operativos dejan como resultado la separación de las familias, apuntó el grupo
La Coalición también criticó la vigencia del Programa 278(g), aprobado por el Congreso en 1996 y que faculta al servicio de inmigración hacer acuerdos con los departamentos de policías estatales y municipales para ejecutar la ley de inmigración.
Entre otros alcances, la sección faculta a las autoridades locales averiguar el estado migratorio de los prisioneros en cárceles. Los indocumentados son notificados al DHS para ser arrestados y deportados una vez cumplan sus condenas.
Según el grupo, el programa ha sido puesto en funcionamiento de manera errónea porque en vez de capturar a criminales, ha encarcelado a trabajadores por infracciones menores de tránsito.
“Ellos (los inmigrantes) consideran que las ciudades y el estado los han utilizado para hacer crecer la economía y ahora están tratando de deshacerse de ellos”, aseguró Luis Rivas, pastor de Iglesia Nueva Esperanza en Raleigh, capital del estado.
Ofrecer refugio
Integrada por al menos 300 líderes, clérigos y unos 650 seguidores, la Coalición de Religiosos para la Justicia de Inmigrantes de Carolina del Norte solicitó el martes a las “personas de fe” apoyar y proteger a los inmigrantes porque, dijeron, se trata de una “responsabilidad religiosa”.
“Es un deber amar a los extraños y ofrecer refugio a los inmigrantes, además de educar a la comunidad sobre los problemas que les afectan”, señaló la Coalición en un comunicado.
Enfatizó que “muchos funcionarios electos” han recurrido en sus discursos a la retórica de odio y trato inhumano hacia los inmigrantes, comportamiento que causa preocupación y alarma en el estado.
Diálogo respetuoso
“Debemos enfocarnos en tener un diálogo respetuoso, que cree un ambiente de bienvenida mientras se discute el tema migratorio a nivel federal”, resaltaron los integrantes de la Coalición.
El grupo condenó además las redadas que viene ejecutando el departamento de Seguridad Nacional (DHS) en centros de trabajo como única respuesta al problema de la inmigración indocumentada.
Estos operativos dejan como resultado la separación de las familias, apuntó el grupo
La Coalición también criticó la vigencia del Programa 278(g), aprobado por el Congreso en 1996 y que faculta al servicio de inmigración hacer acuerdos con los departamentos de policías estatales y municipales para ejecutar la ley de inmigración.
Entre otros alcances, la sección faculta a las autoridades locales averiguar el estado migratorio de los prisioneros en cárceles. Los indocumentados son notificados al DHS para ser arrestados y deportados una vez cumplan sus condenas.
Según el grupo, el programa ha sido puesto en funcionamiento de manera errónea porque en vez de capturar a criminales, ha encarcelado a trabajadores por infracciones menores de tránsito.
“Ellos (los inmigrantes) consideran que las ciudades y el estado los han utilizado para hacer crecer la economía y ahora están tratando de deshacerse de ellos”, aseguró Luis Rivas, pastor de Iglesia Nueva Esperanza en Raleigh, capital del estado.
