Haití -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Los equipos de rescate asignados a la búsqueda de víctimas luego del derrumbe de una escuela en Haití dijeron que ya no esperan encontrar sobrevivientes en la zona, mientras se volvía más penetrante el hedor de la muerte entre los escombros.
El hedor de la muerte
La escuela de tres pisos La Promesse, "La Promesa Evangélica" de Petion Ville, en las afueras de la capital, colapsó el viernes mientras los alumnos estaban en clase.
El recinto albergaba alumnos de tres a veinte años y estaba dirigida por el pastor Augustin Fortin, quien se encuentra detenido desde el viernes. El edificio era de dos pisos, con un tercero en construcción.Bomberos franceses y haitianos utilizaban sondas de ultrasonido, cámaras y sabuesos en busca de víctimas entre los restos del edificio, tres días después de que la estructura de concreto se desplomó causando la muerte de al menos 94 estudiantes e hiriendo gravemente a 150 más.Escuchaban vocesVarios cadáveres fueron sacados el lunes, cubiertos de polvo, mientras que los radares y las cámaras detectaron otros.El capitán estadounidense Michael Istvan dijo que las posibilidades de encontrar a más supervivientes era remota y agregó que el número de víctimas probablemente no aumentaría demasiado.
También el lunes el propietario y encargado de la construcción de la escuela, el predicador protestante Fortin Augustin, se presentó ante un juez. Las autoridades lo investigaban por homicidio no premeditado, dijo el vocero de la policía Garry Desrosier.No hay evidencias de sobrevivientes desde que cuatro niños fueron sacados el sábado por la mañana, dijo Daniel Vigee, jefe de un equipo de rescate francés con sede en Martinica.Los rescatistas intentaban en las zonas donde los vecinos dijeron escuchar voces o habían recibido llamadas telefónicas de los supervivientes atrapados, pero sin tener éxito.Finalmente, antes del amanecer del lunes, abrieron nuevas zonas a la búsqueda, derribando una pared de concreto de dos pisos que se mantenía apenas en pie luego del derrumbe.
Bomberos transportados desde el condado estadounidense de Fairfax, Virginia, por la Agencia de Desarrollo Internacional, habían advertido previamente que derribar el muro sería demasiado peligroso para los rescatistas y posibles sobrevivientes, pero al disminuir las esperanzas de encontrar personas con vida lo retiraron usando herramientas eléctricas.Un equipo de ocho militares adscritos al Comando Sur de Estados Unidos ayudó en las acciones de rescate.Alrededor de 700 estudiantes, desde jardín de niños hasta preparatoria, asisten a la escuela, dijo la alcaldesa de Petion Ville, Claire Rudie Parent, a The Associated Press. Dijo no saber cuántas personas estaban adentro del plantel al momento de ocurrir el derrumbe, bien transcurrida la mañana.Funcionarios haitianos dijeron que varias personas pudieron escapar cuando se inició el derrumbe, desconociéndose cuántas tuvieron tiempo de escapar o fueron sacadas de los escombros el viernes.'Estabilidad política'Algunos estudiantes no estaban en la escuela porque ésta realizaba una fiesta con un costo de entrada de $0.60, algo incosteable para las familias más pobres, dijo el diputado Steven Benoit, quien representa al área en la cámara baja del Parlamento.
La escuela fue construida en una barranca en un barrio pobre debajo de otro relativamente rico, cerca de Puerto Príncipe. La tragedia ha atraído aún más la atención hacia la pobreza de Haití, donde los vecindarios crecen en un caos laberíntico y los reglamentos de construcción son ignorados ampliamente.El presidente Rene Preval ha realizado varias visitas a la zona de desastre, culpando por la tragedia a los cambios constantes en el gobierno y al incumplimiento de la ley."Ya existe un reglamento, pero no lo siguen. Lo que necesitamos es estabilidad política", dijo Preval a The Associated Press."Se puede ver que algunas partes sólo tienen una barra de hierro (de refuerzo). Eso no es suficiente para sostenerlo", dijo Notez Pierre-Louis, de 55 años, que retiró a sus hijos y los inscribió en una escuela menos costosa. "Yo siempre dije, algún día esto se va a caer sobre mi casa".Las viviendas ubicadas inmediatamente debajo de la escuela fueron destruidas por el derrumbe. Pero la casa de Pierre-Louis, un poco más lejos, se salvó.
Fuerzas de paz de las Naciones Unidas y policías haitianos trataron de abrirse paso entre miles de mirones para que tres batallones de ingenieros militares de Brasil, Chile y Ecuador ayudaran en el rescate desde los días pasados.El comandante de las fuerzas de la ONU, Carlos Alberto Dos Santos Cruz, dijo que tuvo que estacionarse a 0.8 millas de la escuela y caminar hacia ella, porque no le permitía pasar la multitud.El gobierno dominicano envió ayuda urgente para dar asistencia a las víctimas del derrumbe.Año caóticoEl ministro de Salud Pública, Bautista Rojas, informó que viajó a Puerto Príncipe con dos helicópteros para dar asistencia a los afectados de la tragedia.Rojas dijo que todo el personal médico de República Dominicana en la región fronteriza con Haití estaba a disposición del vecino país y que activó el sistema sanitario para el traslado de los pacientes en caso necesario.Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, ha tratado de recuperarse de un año caótico en el que se registraron manifestaciones enormes ante el alza en los precios de la comida y una serie de huracanes y tormentas tropicales que dejaron casi 800 muertos.Las fuerzas de la ONU fueron enviadas al país luego del violento derrocamiento del ex presidente Jean-Bertrand Aristide en el 2004, promoviendo la seguridad con el combate de grupos criminales y ayudando a actualizar a la policía local.