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EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Aun cuando compartir el evangelio es uno de los retos mayores para los cristianos, muchos pastores admiten luchar con algunos de los mismos retos que enfrentan las personas de su congregación con relación al evangelio.
Mark Dever, quien es conocido por sus esfuerzos para construir iglesias fieles bíblicamente, dice que el evangelismo no es una manipulación.
“Nosotros no estamos tratando de imponer nuestras creencias en nadie”, dijo Dever, pastor de Capitol Hill Baptist Church en Washington, D.C., durante la conferencia de pastores en febrero 2-4 en el Minneapolis Convention Center.
“En el evangelismo bíblico nosotros no imponemos nada. De hecho, nosotros no podemos imponer nada,” él enfatizó.
La fuerza y la coacción, el explicó, no pueden finalmente traer el cambio que Dios demanda en una persona. El creer que algo es cierto y compartirlo con otros no es coacción, añadió Dever.
Dever fue uno de cuatro oradores en la conferencia organizada por Desiring God Ministries. El tema de este año fue “Elogiando a Cristo: El Pastor, la Iglesia y los Perdidos.”
John Piper, quien dirige Desiring God Ministries, no invitó a pastores para aprender técnicas o métodos para pastorear o evangelizar, sino que su objetivo fue que los pastores se convirtieran en “personas amantes de Dios que aman a personas perdidas.”
“Francamente, mi deseo no es aprender, sino ser cambiado,” dijo Piper delante de la conferencia. “Yo creo que sé lo que tengo que saber – yo sé el evangelio, yo sé mis debilidades…pero lo que yo quiero es estar alrededor de los hombres en oración y adoración y escuchar algunas conversaciones que produzcan un avance aquí (el corazón).”
Admitiendo su propia cobardía cuando se trata del evangelio, dijo Piper, “Yo pienso que soy tan normal según como el día es largo cuando se trata del pecado de no hablarle a los no creyentes sofisticados acerca de su necesidad de Jesús…ya sea en el avión, en la calle o en un ambiente de negocio.”
“Odio las inconsistencias de mi propia vida,” continuó él. “Estoy buscando santificación, yo estoy buscando valor…(y) audacia.”
Reconociendo las luchas de los pastores, Dever le dijo claramente a los participantes en la conferencia de tres días que “el corazón que no quiere compartir el evangelio, puede usar cualquier cosa como excusa.”
Además, compartiendo un testimonio personal, trabajos de compasión o acción social y plática intelectual pura o disculpas, no cuenta como evangelismo a menos que el creyente hable explícitamente acerca de Jesucristo, Dever advirtió.
Pintando la imagen de cómo los pastores deben ser como evangelistas, dijo Dever que ellos deben entender que el llamado al evangelismo no es simplemente un llamado para persuadir a otros sino una llamada para proclamar las nuevas de salvación en Cristo.
“Luego nosotros nos damos cuenta de que no fallamos en nuestro evangelismo si decimos el evangelio fielmente y la persona no se convierte,” dijo él. “Nosotros fallamos nuestro evangelismo si no decimos el evangelio en lo absoluto.”
“El evangelismo en sí no es convertir a la gente,” Dever enfatizó “Es decirle a la gente que ellos necesitan ser convertidos y decirles cómo.”
“Yo no salgo esperando que pueda evangelizar, salgo sabiendo que le voy a decir a alguien lo que El (Dios) ha hecho.”
Los pastores no solo tienen que entender el evangelismo por su propio esfuerzo, sino también para impartir eso a sus congregaciones. Ellos deben entender la responsabilidad de la congregación para el evangelismo, Dever dijo. “Pienso que un paso esencial para atraer a nuestra congregación local hacia el evangelismo es esto – enseñándoles que cada cristiano debe evangelizar,” enfatizó él.
“¿Creen ellos que el evangelizar es algo justo para cristianos profesionales como usted y yo? ¿Para aquellos que tienen el regalo del evangelismo? ¿O entienden ellos que el evangelismo es algo para todos los cristianos?”
Desiring God Ministries ha estado brindando conferencias de pastores cada año desde 1988. Cada año el ministerio aspira a exhortar a los líderes de las iglesias, promover la predicación ferviente y poderosa al igual que centrada en Dios, la adoración basada en la Biblia en las iglesias; la consideración movida de las verdades bíblicas y avanzar la causa de las misiones.
