LONDRES-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El "laicismo agresivo" de la sociedad británica puede acabar marginando al cristianismo, advierte el ex primer ministro británico y converso a la fe católica Tony Blair.
El ex dirigente laborista, a quien muchos cristianos critican por su responsabilidad directa en la guerra de Irak, califica de "ridículas" las sanciones impuestas a algunas personas por expresar públicamente sus creencias.
Blair aludía así a la suspensión de dos meses impuesta a una enfermera británica que se ofreció a rezar por una paciente anciana. "Pienso que las personas deberían estar orgullosas de su fe cristiana y poder expresarla como deseen", asegura el ex primer ministro.
Durante su etapa de primer ministro, Blair trató de evitar las referencias a la religión aunque tras dejar el cargo reconoció que lo había hecho para evitar que le considerasen un "loco" si hablaba en público sobre sus convicciones personales.
Después de su conversión al catolicismo, el ex primer ministro creó la fundación que lleva su nombre para promover el "respeto y la comprensión entre las principales religiones del mundo".
Su esposa, Cherie Blair, católica desde siempre, participó hace unos días en un programa de televisión en el que expresó su decepción por el declive, que calificó de "terminal", del cristianismo.