MEXICO-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Fue un ágape entre priistas y cristianos. Pero, como en los tiempos de la Antigua Roma, fue casi un encuentro en las catacumbas. No fue un holocausto sino una ofrenda santa y grata, de olor agradable para la cúpula priista: el voto de los cristianos a favor de los candidatos del PRI.
La cúpula priista y líderes cristianos pactaron en una comida en el salón JP de San Manuel, el apoyo electoral de las comunidades evangélicas y cristianas para los candidatos a diputados priistas.
El Revolucionario Institucional se volvió "revolucionario celestial"; esta vez no hubo arco iris —como cuentan las Escrituras— después del pacto.
Las demandas de los pastores cristianos encajaron en su agenda social de corte moral: "no al aborto legalizado, no al matrimonio legalizado para personas homosexuales", pidió el pastor Javier Hermoso, presidente de la Alianza de Pastores de Puebla, quien añadió: "no queremos narcoalcaldes".
La respuesta priista provino de Alejandro Armenta Mier, quien les ofreció a los cristianos que sus candidatos a diputados federales mantendrán un comportamiento político basado en valores.
—¡¿Quién vive?!
—¡Cristo!
—¡¿Quién vive?!
—¡Cristo!
A pesar de que el PRI obtuvo la adhesión de los cristianos de Puebla para esta elección, los pudorosos políticos defensores del estado laico se mantuvieron azorados ante las oraciones de los pastores cristianos. No faltó quien diera dos pasos atrás para alejarse, sin mucho éxito, de los pastores evangélicos mientras el pastor Josué Álvarez imploraba:
"Ahora, hablamos a ti, te rogamos que la plenitud del Espíritu Santo unja al candidato federal. Señor, mira a tu México desgarrado, desgarrado por el odio, por la intriga, por los vicios. Necesitamos una reforma espiritual, que sintamos el calor de tu presencia, que tu nombre sea honrado y glorificado, gracias, Padre Santo", al tiempo que con los ojos cerrados, el pastor Josué Álvarez extendía sus manos sobre los candidatos Janet González Tostado y Leobardo Soto Martínez.
"Cuando los malvados gobiernan, la gente sufre", recordó el ministro cristiano Fernando Rojas Cristerna, impulsor de la agrupación política nacional, Convicción Mexicana por la Democracia.
Cristianos y priistas firmaron un pacto de mutuo apoyo durante la comida de la unidad cristiana. "Pacto por la preservación de las libertades de credo y laicismo en la constitución", que devino en una cargada a los candidatos priistas. El salón JP lució repleto.
Líderes y pastores cristianos prometieron votar por los candidatos a diputados del PRI a cambio de que apoyen iniciativas acordes con las iglesias evangélicas.
El CEN priista envió al enlace con los grupos cristianos a Fernando Ruiz Castillo, quien aseguró que el PRI cumplirá sus promesas a los grupos evangélicos y cristianos.
"Yo les garantizo que el PRI sabrá cumplir su palabra", celebró Ruiz Castillo, también ministro cristiano en la ciudad de México.
El dirigente municipal del PRI, Carlos Meza Viveros, reconoció su larga amistad con los líderes cristianos a quienes llamó "amigos entrañables".
El líder priista Alejandro Armenta Mier ofreció a los asistentes a la comida cumplir con las promesas del "pacto" entre PRI y cristianos, a quienes reconoció como "hermanos".
"Desde luego que el PRI se pronuncia por el estado laico, por una república laica y federalista". Armenta se puso a tono con las demandas evangélicas: "queremos una nación fuerte donde impere la justicia social".
Estamos a favor de la política basada en valores, afirmó Armenta Mier, en un claro guiño a las demandas de los evangélicos.
"En el PRI tenemos palabra, vamos a cumplir con ustedes el pacto", refrendó Armenta.
"Los invitamos a votar por el PRI. Nuestra nación está enferma y debemos sanarla", ofreció Armenta Mier en lenguaje escatológico a sus votantes evangélicos.
***
Priistas y líderes cristianos pactaron en una comida en el salón JP de San Manuel el apoyo de las comunidades evangélicas y cristianas a favor de los candidatos del PRI.
Al ágape llegaron los líderes evangélicos Javier Hermoso, José Bonilla, Fernando Rojas Cristerna, Manuel Guzmán y líderes de las iglesias cristianas históricas, como Josué Álvarez Rosales.
También llegaron los pastores Otoniel Rentería, Ricardo Salas, Ambrosio Téllez, Severino García Mejía, Adolfo López, Iván Sevilla, Víctor Alanis, Olegario Jiménez Morales, Enrique Borja Galindo y Aldo Érick Arroyo. Así como pastores de municipios como Xicotepec y Huauchinango.
Al ágape por parte de los priistas llegaron los candidatos Isabel Merlo Talavera, Alberto Jiménez Merino, Julieta Marín Torres, Janeth Hernández Tostado y los cuatro candidatos del PRI por la capital, Leobardo Soto Martínez, Juan Carlos Natale, Blanca Jiménez y Francisco Ramos Montaño.
También estuvieron presentes el coordinador priista Enrique Doger García, los dirigentes Alejandro Armenta Mier y Carlos Meza Viveros, Lucero Saldaña, presidenta de la Fundación Colosio, y Enoé González Cabrera.
Los asistentes oraron por los alimentos
"Vamos a pedirle al pastor que ore por los alimentos", dijo la secretaria del PRI, Claudia Hernández Medina, al iniciar la reunión.
El líder cristiano Fernando Rojas Cristerna, impulsor de la agrupación política nacional, Convicción Mexicana por la Democracia y exdirigente del sindicato del IMSS, resaltó las coincidencias entre la plataforma priista y el ideario evangélico. Explicó que la Biblia pide eliminar la opresión del pobre: "no es un hecho de caridad", luchar contra la perversión del derecho.
El pastor Manuel Guzmán recordó a los políticos que no hay "casualidades" y que su presencia en la comida obedecía al designio divino: "Dios ha puesto sus ojos en ustedes".
Guzmán, quien fuera consejero espiritual del exgobernador Melquiades Morales Flores, reconvino a los candidatos priistas a ajustarse a las normas marcadas por las escrituras bíblicas.
Al finalizar los discursos, el pastor Josué Álvarez, reconocido como decano de los pastores en Puebla, oró por los candidatos a diputados federales, algunos de ellos dieron un paso atrás, otros abrieron los ojos y escucharon impertérritos la plegaria.