PERU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Cientos de indígenas que estaban refugiados en un centro pastoral de la parroquia de Bagua Grande, en el norte amazónico peruano, comenzaron a regresar hoy a sus comunidades, tras tres días de tensión en la zona.
El centro pastoral censó a cerca de 700 personas, pero durante la mañana de hoy seguían llegando más en busca de cobijo y comida, que es proporcionada de manera desinteresada por la población local, dijo a Efe Celina Castaño, del "comité de ayuda" (a los nativos).
Los traslados, en camiones fletados por la gobernación provincial, están siendo organizados por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica, ya que los indios se muestran muy desconfiados con el Ejército y la Policía.
Además, la población local compró el combustible de los camiones mediante una colecta espontánea, según el Canal N de televisión.
El comité de ayuda está visitando los domicilios particulares donde hay escondidos otros activistas indígenas desde el pasado viernes, para garantizarles el retorno seguro a sus comunidades sin que sean detenidos.
El Canal N mostró la forma en la que los nativos son cacheados por policías antes de subir en los camiones, supuestamente para cerciorarse de que no regresan con armas.
En Lima, el primer ministro Yehude Simon pidió a la Iglesia Católica y también a la evangélica que actúen de mediadores entre los indígenas y el Gobierno, pero no dejó de advertirles "que tengan cuidado".
"Le pediría a la Iglesia, que tiene tanta presencia ahí (en el Amazonas), le pediría a los dirigentes de los frentes, que tengan cuidado y nos ayuden. A la Iglesia a que con su mensaje pueda pedir que estos grupos vengan a dialogar", manifestó.