jueves, 11 de junio de 2009

A la igualdad ante la ley y no a la discriminación

Por Jose Linares Cerón



Lima - Perú.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) En estos últimos años hemos sido testigos como la minoría homosexual y lo pro- abortistas han logrado leyes favorables en diferentes parte del Mundo. En América latina los colectivos homosexuales están movilizándose para tener derechos igualitarios a un matrimonio hombre y mujer. Increíblemente han logrado no solo los colectivos homosexuales, sino también lo Pro- abortistas en cambiar las constituciones como Uruguay, Ecuador, Bolivia y muy pronto Venezuela, Dios no lo permita, entre otros países.

Los gobiernos de turno los ha favorecido a pesar que no es una minoría que no convoca multitudes y menos representan un porcentaje de la población. Se movilizan en diferentes frentes y gritan a una voz que son discriminados y los legisladores en su afán de mostrar solidaridad a los supuesto derechos civiles y ganarse unos votos a su favor, salen como defensores de su causa y utilizan a los medios de comunicación para mostrar que son una minoría discriminará, aparentan ante la sociedad que son víctimas discriminación.

Pero las verdaderas víctimas de la discriminación ¿no somos nosotros, los no católicos?
Los gobiernos de turno durante décadas han sido indiferentes a nuestros derechos de igualdad religiosa a pesar que la declaración de los derechos humanos dice: Los artículos 18 a 21 recogen derechos de pensamiento, de conciencia, de religión y libertades políticas.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

En la constitución Política del Perú dice: Artículo 2°. Toda persona tiene derecho:
1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.

2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.

Nosotros los ciudadanos evangélicos en América latina durante décadas hemos desarrollado un trabajo social, educativo y religioso con el único fin de ayudar a las familias a tener principios y valores. El cambio de actitud de las personas a través del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Nosotros la comunidad evangélica latino americana nunca hemos pedido nada a cambio a los gobiernos de turno para cumplir nuestro fin de sembrar amor y paz, en un sociedad agonizante de fe y valores. Más bien hemos sido víctimas de la intolerancia, discriminación y la persecución de nuestra fe evangélica, y la indiferencia de los gobiernos. Son incontables los mártires de la fe de las diferentes organizaciones religiosas no católicas. Nunca hemos levantado nuestra voz a pesar de violentar nuestro derecho humanos, pero en nuestro silencio siempre hemos orado y bendecido a los que nos persiguen, a pesar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General aprobó la Declaración de los Derechos Humanos como resultado de la urgente necesidad de emprender acciones efectivas que garantizaran la paz y el respeto entre la humanidad y las Naciones, después del Holocausto de la II Guerra Mundial.

En la definición de los Derechos Humanos Universales de la ONU existe un principio fundamental de igualdad entre hombres y mujeres, señalando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Ha llegado el momento de levantar la voz y denunciar al Primer poder del estado que cumpla su obligación, y que el Estado no discrimine y brinde preferencias a una determinada religión en desmedro de otras. Que beneficios que tiene la iglesia oficial, sean gozados y compartidos por las demás confesiones no católicas.
Les animo a demás naciones latino americanas a luchar por sus derechos, Dios no has dado el don de la libertad y debemos defenderla. Los gobiernos no deben seguir discriminando nuestro derecho de igualdad religiosa.

Este jueves 11 de junio marchare como ciudadano evangélico. No solo por mis derechos de igualdad, sino porque:
Me siento discriminado, por el estado por no garantizar mi derecho religioso de igualdad que defiende la declaración de los derechos humanos y la misma constitución.

Me siento discriminado, cuando las minorías homosexuales y Pro- abortistas logran leyes a pesar de no representar un importante porcentaje de la nación.

Me siento discriminado, cuando un miembro de la iglesia es hospitalizado en gravedad y no pueda ingresar como Pastor, al menos que sea horario de visita y veo que un cura de sotana puede ingresar a un centro salud público en cualquier horario

Me siento discriminado, en las escuelas públicas cuando debo enviar una solicitud de exoneración del curso de religión, y ver a mi pequeño hijo discriminado por no tener un profesor de religión de su propia fe. Como ciudadano evangélico levantare mi voz y el estado sepa que no somos una minoría de papeles, somos un porcentaje de la población que vota y elige a sus autoridades. Lo único que pedimos es respecto y de ser iguales ante la ley y la sociedad. (José Linares Cerón)

Pastor José Linares Cerón es Presidente de Coalición Presencia Internacional un movimiento civil Pro-vida y Pro-familia.





Fuente: Orbita

 
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