EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) La enmienda de los senadores republicanos David Vitter y Robert Bennett, de excluir a los indocumentados en el censo de abril de 2010, halló el apoyo inesperado de un líder evangélico Miguel Rivera, quien llamó a boicotear el conteo.
La enmienda “es la mayor afirmación de apoyo a nuestra orientación a nuestros hermanos indocumentados de no participar del censo por falta de una reforma migratoria”, dijo; “antes de contar, nos tienen que legalizar”, agregó el presidente de la Coalición Nacional Latina de Ministros y Líderes Cristianos.
Rivera indicó en su sitio web que, tras analizar la enmienda, “concluimos que no podíamos esperar menos de estos republicanos extremistas”, pero recalcó que esa medida reafirma el llamado a la justicia social, pues “antes de contar, nos tienen que legalizar”.
Consideró que la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados ha mostrado “hipocresía”, porque se “niegan a incluir entre sus argumentos una gestión de legalización o reforma inmigratoria integral en respuesta a las amenazas de la enmienda”.
Una vez que la reforma migratoria sea aprobada en el Congreso, lo que se espera ocurra a principios de 2010, “la interrogante sobre el estatus legal en el país de cada participante del censo, es irrelevante a su seguridad personal y la de su familia”, dijo.
Líderes de organizaciones latinas y de derechos civiles han rechazado llamados a boicotear el censo, al señalar que un conteo sin los latinos indocumentados perjudicaría la asignación de importantes fondos federales a programas de educación y salud.
Wade Henderson, presidente de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles, manifestó que los hijos de los inmigrantes indocumentados pueden asistir a las escuelas públicas donde no se les pregunta sobre su estatus migratorio.
Recordó que la decimocuarta enmienda de la Constitución requiere el conteo de los habitantes del país para la asignación de escaños en el Congreso y fondos federales para diversos programas.