BRASIL-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó que Jesucristo se vería obligado a hacer coalición con Judas si tuviera que gobernar Brasil, en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo.
"Si Jesucristo viniera aquí, y Judas tuviese la votación (el poder de dirigir el voto) en un partido cualquiera, Jesús tendría que llamar a Judas para hacer coalición", afirmó Lula.
El popular mandatario izquierdista explicaba así la fragmentación de los partidos en el Congreso que ha obligado a todos los presidentes que gobernaron Brasil en democracia a hacer pactos con otros partidos, a veces incluso opuestos, y aceptar de estos imposiciones políticas.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula gobierna con el centrista Partido de Movimiento Democrático, y el conservador Partido Republicano vinculado a la Iglesia Evangelista, parte de una gran amalgama de partidos.
Las alianzas del PT le costaron al partido un escándalo en 2005, todavía investigado en la Justicia, bajo denuncias de que con una contabilidad paralela compró apoyos de partidos menores en el Parlamento.
"Entre lo que se quiere y lo que se puede hacer (desde el gobierno) hay una diferencia del océano Atlántico", añadió Lula.
Las declaraciones del presidente brasileño generaron reacciones, la más fuerte en el ámbito religioso. "¿Cielos, tan fea está la cosa?", se preguntó el secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Dimas Lara Barbosa, quien puntualizó que "sin dudas Juda fue uno de los discípulos de Cristo, pero quiero recordar que Cristo no hizo alianzas con fariseos y saduceos". Barbosa fundamentó que los fariseos son "personas que parecen una cosa por fuera, pero por dentro son otra".
Si bien Barbosa aseguró que lo de fariseos no era una metáfora sobre los políticos, resaltó que quiere aprovechar "para recordar que la Iglesia continúa con su lucha a favor de un proyecto de fichas (de antecedentes) limpias en la política" para evitar que dirigentes que tuvieron desvíos éticos puedan presentarse a cargos.
"Si Jesucristo viniera aquí, y Judas tuviese la votación (el poder de dirigir el voto) en un partido cualquiera, Jesús tendría que llamar a Judas para hacer coalición", afirmó Lula.
El popular mandatario izquierdista explicaba así la fragmentación de los partidos en el Congreso que ha obligado a todos los presidentes que gobernaron Brasil en democracia a hacer pactos con otros partidos, a veces incluso opuestos, y aceptar de estos imposiciones políticas.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula gobierna con el centrista Partido de Movimiento Democrático, y el conservador Partido Republicano vinculado a la Iglesia Evangelista, parte de una gran amalgama de partidos.
Las alianzas del PT le costaron al partido un escándalo en 2005, todavía investigado en la Justicia, bajo denuncias de que con una contabilidad paralela compró apoyos de partidos menores en el Parlamento.
"Entre lo que se quiere y lo que se puede hacer (desde el gobierno) hay una diferencia del océano Atlántico", añadió Lula.
Las declaraciones del presidente brasileño generaron reacciones, la más fuerte en el ámbito religioso. "¿Cielos, tan fea está la cosa?", se preguntó el secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Dimas Lara Barbosa, quien puntualizó que "sin dudas Juda fue uno de los discípulos de Cristo, pero quiero recordar que Cristo no hizo alianzas con fariseos y saduceos". Barbosa fundamentó que los fariseos son "personas que parecen una cosa por fuera, pero por dentro son otra".
Si bien Barbosa aseguró que lo de fariseos no era una metáfora sobre los políticos, resaltó que quiere aprovechar "para recordar que la Iglesia continúa con su lucha a favor de un proyecto de fichas (de antecedentes) limpias en la política" para evitar que dirigentes que tuvieron desvíos éticos puedan presentarse a cargos.