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"Personalmente estoy contra el aborto, creo que es una violencia contra la mujer (...) Ese valor, de respetar la vida, valorizarla, es un valor humano fundamental", sostuvo Rousseff tras un encuentro en Brasilia con 24 líderes religiosos cristianos.
La ex jefa de gabinete del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien impulsó su candidatura, indicó sin embargo que, desde su punto de vista, hay casos en los que debe realizarse pues "hay mujeres que tienen que recurrir al aborto en condiciones precarias y ellas tienen que ser atendidas".
Rousseff, firme favorita en los sondeos, salió así al cruce de medios y opositores que además de señalar que ya se había pronunciado a favor del aborto, afirmaron que había dicho durante un acto en Minas Gerais (sureste) que "ni Jesucristo" iba a sacarle la victoria en estos comicios.
"Repudio todas las informaciones que colocan en mi boca qualquier intento de creer que ya gané (...) Jamás usaría el nombre de Cristo en vano", dijo.
Además, afirmó que si asume como presidenta estará a favor del diálogo y la colaboración con las iglesias, para que su representación "sea sistemáticamente oída por el gobierno", y se forje una cooperación en áreas como salud y educación.
Rousseff ronda el 50% en la intención de voto, según las encuestas, contra el 25 a 28% del principal opositor, el socialdemócrata José Serra, con lo cual ganaría en la primera vuelta.
