18:18:00
EE.UU.-(AGENCIALAVOZ) Aunque los republicanos argumentan que desconfían del presidente Barack Obama y por eso no votan la reforma migratoria, más de 250 líderes evangélicos visitaron este martes el Capitolio en busca de un compromiso con esa legislación este año. Vinieron de 25 estados a visitar a más de un centenar de congresistas o sus asesores, la mayoría de ellos republicanos, con el mismo mensaje de urgencia que han difundido en los últimos diez días en otros 13 estados.
“Apoyo profundamente la reforma migratoria, no solo por mi historia personal sino por el imperativo moral que nos ofrece la Biblia. Soy un pastor, no soy un político… pero reconozco que debemos implicarnos políticamente” para lograr la reforma, dijo en rueda de prensa el pastor Eugene Cho de la Iglesia Quest en Seattle (Washington).
Por su parte, Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional Evangélica Latina y pastor de la Iglesia del Cordero, en Nueva York, reiteró la advertencia de que cada día sin una reforma significa que “las familias, y en particular los niños, seguirán sufriendo”.
“Como pastor y padre, mi urgente plegaria es para que haya un voto de la reforma migratoria este año”, enfatizó Salguero.
Las visitas forman parte de toda una semana de activismo de grupos pro-reforma, que han incluido una protesta y un acto de desobediencia civil frente a la Casa Blanca y marchas y mítines políticos programados para el próximo 1 de mayo en más de 100 ciudades.
Boehner culpa a Obama
En paralelo a las visitas de los líderes religiosos, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, reiteró este martes en rueda de prensa que su bancada desconfía de que Obama hará cumplir las leyes.
“Vamos a seguir trabajando con nuestros miembros y tener discusiones para ver si hay forma de avanzar. Pero el presidente (Obama) también tiene que tomar medidas, tiene que demostrarle al pueblo estadounidense y al Congreso que se puede confiar en él para hacer cumplir la ley tal como sea aprobada”, subrayó.
Es el mismo argumento que ofreció poco después de presentar, en febrero pasado, su lista de “principios” para una reforma migratoria. Los republicanos aún no han presentado un proyecto de ley y tampoco han avanzado en su estrategia de adoptar una reforma “paso por paso”.
La semana pasada en su distrito electoral en Ohio, Boehner se burló de aquellos miembros de su bancada que, a su juicio, tienen miedo de bregar con un tema tan volátil como la reforma migratoria.
La reforma migratoria cuenta con el respaldo de centenares de organizaciones empresariales, sindicalistas, cívicas y religiosas, aunque afronta la oposición de algunos grupos conservadores que exigen estrechar el cerco a los indocumentados.
Así las cosas, en un año electoral y con una apretada agenda legislativa antes de los comicios del próximo 4 de noviembre, el consenso en Washington es que la reforma migratoria, en todo caso, quedará como asignatura pendiente para el próximo año.
“Vamos a seguir trabajando con nuestros miembros y tener discusiones para ver si hay forma de avanzar. Pero el presidente (Obama) también tiene que tomar medidas, tiene que demostrarle al pueblo estadounidense y al Congreso que se puede confiar en él para hacer cumplir la ley tal como sea aprobada”, subrayó.
Es el mismo argumento que ofreció poco después de presentar, en febrero pasado, su lista de “principios” para una reforma migratoria. Los republicanos aún no han presentado un proyecto de ley y tampoco han avanzado en su estrategia de adoptar una reforma “paso por paso”.
La semana pasada en su distrito electoral en Ohio, Boehner se burló de aquellos miembros de su bancada que, a su juicio, tienen miedo de bregar con un tema tan volátil como la reforma migratoria.
La reforma migratoria cuenta con el respaldo de centenares de organizaciones empresariales, sindicalistas, cívicas y religiosas, aunque afronta la oposición de algunos grupos conservadores que exigen estrechar el cerco a los indocumentados.
Así las cosas, en un año electoral y con una apretada agenda legislativa antes de los comicios del próximo 4 de noviembre, el consenso en Washington es que la reforma migratoria, en todo caso, quedará como asignatura pendiente para el próximo año.
