16:42:00
SANTO DOMINGO.-(AGENCIALAVOZ) El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), el primer religioso en reaccionar a la observación presidencial al recién convertido en ley Código Penal por desconocer derechos fundamentales de las mujeres, advirtió de que siendo conocida “la idiosincrasia dominicana” es previsible que en el futuro el aborto se realice de manera indiscriminada y sin control, con el alegato de que corresponde a una necesidad terapéutica.
Fidel Lorenzo Merán, presidente del CODUE, se ampara en el artículo 37 de la Constitución, que se refiere al derecho a la vida desde el momento de la concepción, para pedir a los legisladores que mantengan el proyecto tal como fue aprobado.
Es su único argumento jurídico. En el resto de su declaración, Lorenzo Merán se explaya en pronósticos agoreros, como cuando dice que de los congresistas acoger las observaciones del presidente Danilo Medina a la ley, “estaríamos a las puertas de un problema serio de salud pública porque en el país no existen todavía mecanismos institucionales de control para el aborto”.
Además, el dirigente evangélico dice inferir que el propósito del mandatario es solo proteger la integridad y dignidad de la mujer, en contraposición de la protección “de la vida desde la concepción”.
No falta en la declaración del religioso la mención de la presión “de organismos internacionales, agencias y entidades de la industria médica”, que verían en el aborto “amplias posibilidades socioeconómicas”. El proceso que se da a partir de estos intereses, y no solo el punto de vista de la doctrina cristiana –añade— le provocan a él y a su grey una “extrema preocupación”, dado que en las sociedades subdesarrolladas como la dominicana persisten problemas básicos de salud.
“La postura de permitir el aborto se ha puesto de moda. Han llegado hasta el extremo de decir que el llamado embarazo no deseado ofende la dignidad de la mujer”, afirma Lorenzo Merán.
El pasado viernes 28 de noviembre, el presidente Medina devolvió a la Cámara de Diputados, que lo convirtió en ley, el nuevo Código Penal, con la opinión de que sean reformulados los artículos que criminalizan todo tipo de aborto.
En una extensa carta, donde afirma que estos artículos violan derechos fundamentales de las mujeres, el mandatario exhorta a los congresistas a adecuar la legislación sobre la materia a la vigente en numerosos países del mundo, donde el riesgo de la vida de la madre, la malformación fetal y el embarazo producto del incesto o la violación son causas eximentes
