miércoles, 30 de septiembre de 2015

En medio de batalla legal, reabre clínica de abortos

Gladys Castillo/El Diario de El Paso | Ocupa nuevas instalaciones
EE.UU.-(AGENCIALAVOZ) Una clínica en El Paso, que tuvo que ser cerrada debido a la estricta ley en torno al aborto que fue aprobada en el 2013, reabrió sus puertas este martes, siendo la primera en hacerlo en el estado desde que la Suprema Corte de Estados Unidos bloqueara temporalmente la imposición de algunas de las restricciones clave de dicha ley, hace tres meses. La clínica Reproductive Services, tan cerca a la frontera de Texas con México, que desde sus ventanas se puede apreciar una vista de Ciudad Juárez al otro lado del Río Grande, está dando citas y comenzará a realizar abortos la próxima semana. Con esta reapertura ya son 20 las clínicas del aborto que operan en el segundo estado con la mayor población en Estados Unidos. Pero aún son menos de las 41 que trabajaban en el 2012, y la empresa podría volver a cerrar muy pronto. Una orden de la Suprema Corte, emitida el 29 de junio, sólo creó un bloqueo temporal que se mantendrá en vigor hasta que la Corte Suprema decida si aceptará darle una audiencia a una apelación impuesta por una corte menor, la cual se rehusó a suspender las restricciones aprobadas por Texas. Aún no se sabe cuándo se tomará dicha decisión, pero el fallo emitido éste verano es una fuerte indicación de que la Suprema Corte eventualmente concederá una audiencia para la apelación —la cual podría llegar a ser el más importante caso en torno al aborto que se tiene en décadas.


“Estamos muy emocionados sobre la reapertura, pero la parte desalentadora es que tendríamos que volver a cerrar en cualquier momento”, dijo Marilyn Eldridge, presidente de Nova Health Systems, compañía al frente de la clínica Reproductive Services. Ella y su difunto esposo, un ministro cristiano, abrieron la clínica por primera vez en 1977. “Esto es más difícil que nunca”, agregó Eldridge en entrevista telefónica. “Creo que es porque hay demasiada discusión sobre un tema que debería ser personal”. En el 2013, Texas aprobó algunas de las normas más estrictas al aborto, instando a miles de manifestantes, de ambos bandos, a abarrotar el Capitolio del estado en Austin. La ley exige que las clínicas se apeguen a estándares quirúrgicos similares a aquellos a los que deben apegarse los hospitales, y que los doctores que realizan abortos cuenten con privilegios de admisión en algún hospital de las cercanías. Los oponentes de la ley presentaron una demanda, argumentando que las regulaciones forzarían a casi todas las clínicas del aborto en Texas a cerrar sus puertas. Joe Pojman, director ejecutivo de la Alianza para la Vida en Texas, dijo que es “una terrible injusticia para las mujeres que buscan abortos, porque no deben ser sujetas esos estándares bajos en seguridad” ofrecidos por la clínica de Eldridge. La ciudad fronteriza de El Paso ha sido centro del debate en los juicios del aborto. Activistas alegan que cerrar las clínicas sólo obligará a las mujeres a viajar hasta 550 millas al este, a San Antonio, aún cuando otras instalaciones realizan el procedimiento en Nuevo México, mucho más cerca.


La clínica de Eldridge es la segunda en su tipo en El Paso. La otra, Hill Top Women’s Reproductive Clinic, cerró brevemente debido a la nueva ley, pero fue reabierta en noviembre, un mes después de un fallo aparte, emitido por la Suprema Corte de Estados Unidos bloqueara ciertos rubros de la ley. La clínica de Eldridge comenzó las gestiones para reabrir sus puertas el pasado octubre, pero perdió su anterior ubicación, por lo que tuvo que encontrar un nuevo local. También tuvo que aplicar para una nueva licencia ante el Departamento de los Servicios de Salud de Texas. La clínica aplicó por vez primera en febrero. Sin embargo, las autoridades estatales, no le otorgaron ninguna licencia mientras esperaban orientación de la Corte sobre cómo proceder. El 17 de agosto el juez federal de Distrito, Lee Yeakel, le ordenó a Texas a que no demorara la entrega de la licencia a la clínica de El Paso, y ésta le fue otorgada 10 días después. La vocera del Departamento Estatal de los Servicios de Salud, Carrie Williams dijo que no hay otras solicitudes pendientes para nuevas licencias. Eldrige dijo que su clínica contará con seis miembros de personal —algunos de los cuales ayudaron a sacar los muebles de un almacén. La clínica espera recibir a unos 2 mil pacientes cada año, y también poder ofrecer otros servicios tales como anticonceptivos y análisis médicos.

 
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