«Considerando que Marie Stopes International también realiza abortos en fase avanzada del embarazo, se justifica, por lo tanto, solicitar que las prácticas sospechosas de sus centros abortistas en Gran Bretaña y en otros lugares sean sometidos a investigaciones exhaustivas del gobierno», dijo Bernadette Smyth, de Precious Life, en Belfast, donde más de cien personas protestaron.
Durante semanas, la organización Center for Medical Progress ha estado publicando vídeos de cámaras ocultas que muestran a funcionarios médicos de alto rango de Planned Parenthood hablando con mucha labia sobre técnicas de aborto, como abortos ilegales por nacimiento parcial, para extraer corazones, pulmones y cerebros intactos, algunas veces mientras el bebé todavía vive, y regateando precios de venta para investigadores. Estas prácticas ponen en mayor peligro a la madre y violan las leyes en contra de la venta de tejido fetal.
Decenas de personas se reunieron frente a la Asociación Eslovaca de Planificación Familiar «para manifestar solidaridad hacia las iniciativas de personas en los Estados Unidos relacionadas con la abolición de [Planned Parenthood] en su país y para rechazar los esfuerzos tendientes a introducir prácticas similares en Eslovaquia», afirmaron los organizadores.
Anna Záborská, eurodiputada, criticó a los médicos de la organización eslovaca por no condenar a Planned Parenthood. «Qué garantía tienen las mujeres y las jóvenes de que, para estos médicos, ante todo esté la salud de la mujer y no sus beneficios profesionales o económicos», dijo a la multitud.
La agrupación eslovaca de planificación familiar se sumó en julio a una declaración de la Red Europea de Planned Parenthood que reivindicaba que las mujeres donaban voluntariamente las partes de sus bebés y que la filial estadounidense no se «beneficiaba» de ello. Desde entonces, se publicó un vídeo que mostraba a una técnica diciendo que los órganos de los bebés eran recolectados sin el consentimiento de sus madres.
«Si había una gestación [bebé] más avanzada y los técnicos la necesitaban, hubo veces en las que simplemente sacaron lo que querían», dijo Holly O’Donnell, denunciante que antes se desempeñaba en StemExpress, firma que trabajaba con Planned Parenthood. Sus compañeros de trabajo «no pedían “consentimiento” a las donantes».
En Irlanda, los provida sostenían carteles de bebés en gestación que preguntaban «¿Cuánto valen las partes de su cuerpo?». Quieren que su gobierno deje de financiar a la Asociación Irlandesa de Planificación Familiar, que recibió USD 146.807 de Planned Parenthood.
«¿Algo de ese dinero provino de la recolección de órganos de bebés abortados?» preguntó Clare Molloy de Youth Defense. «¿Condenarán la horrorosa práctica de hacer un corte en la cara a un bebé para extraerle el cerebro mientras su corazón todavía está latiendo?».
Habiéndose organizado con menos de 24 horas de anticipación, treinta personas protestaron en la sede londinense de la Federación Internacional de Planificación de la Familia. «Esperamos que esta protesta haya hecho las veces de testigo» contra la desmembración y la venta de partes del cuerpo de bebés y que haya «demostrado que existe un apoyo internacional por el movimiento #ProtestPP», dijo Philip Campbell, activista provida.
Las manifestaciones tuvieron lugar en Inglaterra, Honduras, Irlanda, México, Países Bajos, Irlanda del Norte y más de 340 ciudades de Estados Unidos, donde participaron cerca de setenta mil personas. Se hicieron públicas a través de las redes sociales con el hashtag#ProtestPP y #PPSellsBodyParts.
Theresa King, de Virginia, esperaba que hubiera cien personas en ese evento que organizaba por primera vez. «Vaya que estaba equivocada. Tuvimos unas diez veces eso, se calcula que fueron entre 750 y 800. Estos vídeos realmente han arrojado mucha luz y han convencido a la gente a volverse activa».
En Estados Unidos, varios estados dejaron de financiar a Planned Parenthood gracias a lo que se reveló. Aun restan por publicarse más vídeos.