ESPAÑA-.(AGENCIALAVOZ) El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha dado de plazo cinco días para que los funcionarios del cementerio general de Valencia, de gestión municipal, retiren toda la simbología cristiana de las instalaciones.
De este modo, a través de un procedimiento de urgencia se está procediendo a desmantelar el recinto de referencias cristianas.
El Ayuntamiento de Valencia, gobernado por los izquierdistas de Compromís, ha establecido varias prohibiciones. Por un lado, quieren cambiar los nombres de las capillas por el de “salas de ceremonia”. Además, buscan retirar los crucifijos de los sitios públicos