CHINA.- (AGENCIALAVOZ) Luego que Taiwán aprobara el matrimonio igualitario, el debate sobre los derechos LGBT se abrió nuevamente en China.
En los países asiáticos las personas pertenecientes al colectivo LGBT enfrentan múltiples dificultades.
Pero Taiwán dio un primer paso al declarar inconstitucionales los impedimetos para celebrar uniones legales entre personas del mismo sexo.
La semana pasada la Corte Suprema taiwanesa decidió que las restricciones legales a las uniones entre personas del mismo sexo no eran constitucionales y estableció un plazo de dos años para eliminarlas o enmendarlas. De esta manera Taiwán se conviertió en el primer territorio asiático en apoyar las uniones de personas homosexuales.
La noticia tuvo una amplia repercusión en China y se volvió viral en pocas horas a través de las redes sociales. Sin embargo, los medios de comunicación tradicionales les dedicaron muy poco espacio e incluso llegaron a señalar que la decisión era “controversial”.
“Nos llena de esperanza. Nos sentimos emocionados, muy emocionados”, dijo Li Tingting, activista que defiende los derechos del colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) y la igualdad de género en China.
Pekín considera que Taiwán es una provincia “rebelde”. Forma parte de China pero siempre mostró su firme convicción de convertirse en una república independiente y sus autoridades toman decisiones que van en contra de las tradiciones de toda la nación y siempre son muy criticadas por el Gobierno chino.
“Antes, los países que habían aprobado el matrimonio homosexual eran de Europa occidental o América del Norte, y la sociedad defendía que esos valores no se adaptaban a China. Pero Taiwán tiene el mismo origen que nosotros, así que ya no se puede utilizar ese argumento“, indicó a las agencias internacionales de noticias la sexóloga Li Yinhe, quien se especializó en temas relacionados con la diversidad sexual.
Los analistas descartaron que la visión en China sobre este tema vaya a cambiar radicalmente en poco tiempo, pues los sistemas políticos en ambas partes “son completamente diferentes”. Sin embargo se mostraron convencidos de que “tarde o temprano” China también legalizará estas uniones.