GUATEMALA.-(AGENCIALAVOZ) Según el análisis, en 1996 el 54% de los guatemaltecos profesaba la religión católica, contra un 25% de evangélicos. Pero en el 2013 el cálculo para los primeros se situó en 47%, solo 7% más que el 40% que dijo profesar el protestantismo.
El estudio refleja que el catolicismo se elevó al 69% en 1998, pero luego cayó al 48% en el 2007; después a un 47% en el 2010, aunque un año después subió a 55%.
Un análisis similar efectuado en el 2011 por la empresa Prodatos, para Prensa Libre, ya reflejaba el incremento del protestantismo en el país.
De acuerdo con el estudio de Prodatos Así somos los guatemaltecos, en ese año un 39% dijo pertenecer a la iglesia evangélica, contra un 48% de católicos, mientras que el 13% restante no profesaba ninguna religión.
Pese a que Guatemala es uno de los países con menos católicos en Latinoamérica, el estudio de Latinobarómetro destaca que junto con República Dominicana, es de donde menos católicos emigraron hacia las iglesias evangélicas con un 7%. El promedio en América Latina fue del 13% en ese período.
Causas de deserción
Las causas por las cuales la Iglesia Católica ha experimentado una reducción de sus fieles son diferentes. Álvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de Huehuetenango, atribuyó el retiro a una deficiente preparación doctrinal.
“La razón ha sido la falta de una formación seria y responsable sobre su propia fe, es decir, cuando invitamos a las personas a que se formen siempre encontramos resistencia”, expuso Ramazzini.
El obispo también citó otros factores que han contribuido a la reducción de católicos, entre ellos la oferta que varias iglesias evangélicas hacen de la teoría de la prosperidad a cambio de la cristiandad y el trabajo personalizado que los protestantes han efectuado con diversos grupos sociales como los alcohólicos.
Ramazzini agregó que también les ha favorecido el que la Iglesia Católica no permite el acceso a los sacramentos a las personas que se casan y luego se divorcian, con lo cual “los grupos evangélicos son un sustituto que la gente encuentra”.
El antropólogo Carlos René García Escobar precisó que en gran medida la reducción de católicos en Guatemala se debe a la gran cantidad de evangélicos que EE. UU. envió al país, desde que comenzó la administración del presidente Ronald Reagan en la década de 1980, con el objetivo de contrarrestar los procesos revolucionarios en Centroamérica durante la Guerra Fría.
El investigador añadió que otro factor determinante para el incremento de evangélicos en el país fue el conflicto armado interno, que duró 36 años, y la represión que sufrieron catequistas e incluso algunos obispos.
“El conflicto armado contribuyó a que creciera la iglesia evangélica porque el Ejército arremetió contra los catequistas, quienes fueron reprimidos porque se iban por la Teología de la Liberación. Entonces a eso lo etiquetaron de comunismo y el Ejército los persiguió, a ellos y a algunos obispos. Ante ese miedo, la gente se volvió evangélica”, expuso.
El antropólogo indicó que el régimen de facto de Efraín Ríos Montt, (1982-83) fue uno de los peores períodos de represión, cuando se ejecutaron múltiples masacres en áreas rurales del país. Agregó que ese mandatario impulsó desde el Estado a la iglesia evangélica Verbo, que mantiene una considerable cantidad de adeptos.
Se ha democratizado
Luis Fernando Urquizú, doctor en Historia del Arte de la Universidad de San Carlos, explicó que el auge de la iglesia evangélica obedece a la democratización de la figura de Jesucristo, que ha propiciado que muchas personas funden sus propios templos sin que estén sujetos a la jerarquía de la Iglesia Católica.
Urquizú agregó que sumado a ello, el papel que juega ahora el catolicismo ha variado.
“En la Colonia —la Iglesia Católica— fue un reproductor del modelo de vida. En el siglo XX fue como un árbitro entre los distintos grupos sociales y en el siglo XXI el papel de la Iglesia se convierte en mandataria del patrimonio intangible del pueblo”, indicó el experto.
César Vásquez, presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala, consideró que el incremento de fieles en las iglesias evangélicas se debe a la urgencia de satisfacer las necesidades espirituales de los guatemaltecos afectadas por los múltiples problemas que aquejan a la sociedad.
Vásquez añadió que la iglesia evangélica se ha acercado más a los guatemaltecos, y prueba de esto es que se calcula que existen por lo menos 40 mil iglesias de protestantes en todo el país.
“El alza de evangélicos es una tendencia muy normal y natural que se dio por la necesidad espiritual de las personas. Me parece que este es un fenómeno que no solo se da en Guatemala, sino a escala latinoamericana”, señaló el líder evangélico, quien agregó que esa iglesia se ha convertido en un refugio “ante el incremento de varios fenómenos que destruyen los principios morales”.
El continente
Guatemala no ha sido el único país con una baja sensible de católicos. Según el estudio presentado por Corporación Latinobarómetro, naciones como Nicaragua y Honduras registran descensos del 30% y 29%, respectivamente; Costa Rica, Uruguay, Chile y Panamá muestran una reducción entre el 17% y 19%.
Países como Brasil, El Salvador, Perú, Colombia y Argentina cifran la merma de católicos entre el 10% y el 15%, y las naciones que aún conservan fuertes raíces de esa religión, ya que la reducción es del 5% o menos, fueron Paraguay, República Dominicana y México.
El estudio resalta que fuera de la variación de las cifras entre católicos y evangélicos, América Latina continúa siendo un continente que profesa el cristianismo, ya que solo Uruguay, con un 38% de ateos, y Chile, con 25% de ese mismo grupo, muestran signos de decrecimiento de la fe inspirada en Cristo.
Problema es histórico
El presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), Rodolfo Valenzuela, explicó que el origen de la disminución de fieles en las iglesias católicas se situó a finales del siglo XIX y principios del XX, con la implementación de las políticas liberales anticatólicas que diezmaron a los sacerdotes y a los agentes pastorales del país, lo cual evitó una formación constante y firme de la población e hizo que el auge del protestantismo se fijara en los años de 1970.
“Eso facilitó un gran crecimiento, sobre todo del pentecostalismo evangélico, de raíz norteamericana”, expuso Valenzuela a través de un correo electrónico.
El presidente de la CEG añadió que factores como la guerra interna también mermaron a la Iglesia Católica, y el terremoto de 1976, que aprovecharon sectas protestantes para profesar una “predicación apocalíptica”.
No obstante, Valenzuela indicó que la Iglesia Católica ha crecido en calidad más que en cantidad, y lo que preocupa es la proliferación de sectas fanáticas que han dividido al verdadero cristianismo.
“La presencia está cerca”
El presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala, César Vásquez, indicó que las iglesias evangélicas del país han aumentado de manera considerable el número de adeptos, debido a que están más cerca de las necesidades espirituales de los guatemaltecos.
“La presencia muy cercana de una iglesia a una familia o una persona es un elemento muy importante; en segundo lugar, la cercanía del pastor o del obrero a la persona y la confianza que se adquiere de inmediato; en tercer lugar, hay una sensación de pertenencia”, explicó el líder religioso. Agregó que aunque una iglesia sea de 25 integrantes, se sienten parte de esta.
Vásquez añadió que la tendencia de crecimiento de la iglesia evangélica se inició hace unos 50 años, con el surgimiento de las grandes campañas evangelísticas en Guatemala, y que la construcción de templos en la mayoría de aldeas en el país ha favorecido el crecimiento.
“No es cuestión de competencia ni querer quitarle campo a la Iglesia Católica. Se dio por la necesidad espiritual de las personas que no se estaba satisfaciendo”, afirmó.
47% de los guatemaltecos dicen ser católicos.
22% se ha reducido la brecha entre católicos y evangélicos.